BANCA CÍVICA Calloway (12), Tepic, Jasen (5), Bogdanovic, Triguero (7) -cinco inicial-, Satoransky (2), Urtasun (16), Sastre, Rubio, English (7) y Davis (6).
REAL MADRID Llull (13), Pocius (7), Suárez (6), Velickovic (8), Tomic (8) -cinco inicial-, Reyes (8), Begic, Sergio Rodríguez (5), Carroll (20), Singler (7), Díez y Sanz.
Parciales 12-22, 19-19, 16-15, 8-26.
Árbitros Martín Bertrán, García González y Calatrava. Sin eliminados.
Pabellón Palacio Municipal de San Pablo, ante 6.200 espectadores.
Vitoria. La apasionante semifinal entre el Real Madrid y el Baskonia ya está servida. Si el cuadro de Ivanovic dejó por la mañana en la cuneta por la vía rápida al Bizkaia, los merengues hicieron lo propio por la tarde con el Banca Cívica, al que también han endosado un concluyente 2-0 en una eliminatoria muy desequilibrada a favor del vigente campeón copero. Mientras el Barcelona aguarda rival por el otro lado del cuadro, que será el Valencia o el Lagun Aro, dos clásicos de la competición disputarán un fratricida pulso con el teórico favoritismo para los discípulos adiestrados por Pablo Laso, que contarán con la ventaja de campo en un cruce que se desarrollará al mejor de cinco partidos.
A falta de confirmación oficial, los días y los horarios ya se encuentran decididos. Las primeras dos entregas, ambas retransmitidas por Teledeporte, tendrán lugar este jueves (20.00 horas) y este sábado (20.45 horas) en el Palacio de los Deportes de la Comunidad. El Fernando Buesa Arena acogerá el tercer partido con seguridad el martes 29 a partir de las 20.45 horas. Si hiciese falta un cuarto, éste también se disputaría el jueves 31 a la misma hora en el recinto vitoriano. Un hipotético desempate está programado, de nuevo en la capital, para el sábado 2 de junio a las 18.00 horas de la tarde.
En cuanto a lo sucedido ayer en San Pablo, fue por momentos un simulacro de partido. El Madrid allanó la clasificación hacia semifinales gracias a un pletórico arranque que le permitió amasar rentas superiores a la veintena de puntos (14-35). San Pablo no pudo suministrar la fuerza necesaria a sus jugadores para forzar un desempate que, desde el salto inicial, pareció una utopía. De nuevo sin el concurso de Mirotic, aquejado de un esguince de tobillo que en principio no le impedirá actuar ante el Baskonia, pero con un estelar Carroll que acribilló a los pupilos de Plaza desde todos los flancos, el conjunto blanco metió la directa y apenas sufrió en lo que restaba de confrontación.
El Banca Cívica lo intentó con más corazón que cabeza y, pese a que llegó a acercarse a cinco puntos de desventaja dentro del tercer cuarto, una nueva embestida visitante le mandó a la lona. De nada sirvieron los esfuerzos de Urtasun y Calloway porque el Madrid, con solvencia, no vio discutida su supremacía en ningún momento de la contienda.