Vitoria. 21-3. Apabullante. De los últimos 24 partidos de cuartos disputados por el Baskonia, que mañana tratará de rematar la serie con la que inaugura este año los play off por el título en Bilbao, tan sólo ha caído en tres, y esto no ha servido de nada a sus rivales. El club de Zurbano, al que le aguarda un ambiente especialmente caliente, infernal, en la cancha de Miribilla, no cede un duelo en cuartos desde 2008, y en este periodo una de sus víctimas ha sido precisamente un Bilbao Basket que acude a la cita herido tras la cornada del jueves.
El equipo azulgrana no pierde en cuartos desde la liga conseguida por Neven Spahija, en aquella temporada del doblete, cuando cayó en un partido ante el Pamesa Valencia. No obstante, en esas semifinales que se jugaron también al mejor de tres partidos, los baskonistas se deshicieron de aquel Unicaja comandado por un Marcus Haislip en plena forma por, esta vez sí, dos a cero.
La intrahistoria de aquella eliminatoria tiene tela. A falta de trece segundos el equipo malacitano estaba cuatro arriba en el marcador pero un triple de ocho metros de Prigioni puso a los azulgrana a tan sólo un tanto. Entonces el croata Davor Kus fue objeto de personal. Kus había fallado seis tiros libres en toda los 34 partidos que conformaron la fase regular y acumulaba un 93% en este tipo de lanzamientos. Pero todo aquello se quedó en agua de borrajas. Ahora el equipo que contempla con cierto la línea de personales es el propio Caja Laboral, que el jueves despederdició varios tiros libres.
Hace unos días se apuntaba la infalibilidad alavesa en este primer cruce del play off. Los gasteiztarras no caen en los cuartos de final desde la temporada 2002-03 contra el propio Unicaja. Ocho temporadas consecutivas, nueve si se pasara este año, entre los cuatro mejores clubes estatales.
El balance en las tres últimas campañas ha sido abrumador. Dos a cero. Siempre dos a cero. Aquella temporada 2007-08 constituyó una efmérides en la historia reciente del club por haber caído en el segundo encuentro ante el Pamesa Valencia, aunque, a la postre, la eliminatoria se solventara por 2-1. Han sido los cuartos más ajustados de la última década.
Quitando este tropiezo, el Baskonia no ha dado opción. Ha vencido siempre por dos a cero, desde la temporada 2003-04, la que dio inicio a la racha de las ocho semifinales consecutivas, a la 2006-07, la que precedió a la última derrota en cuartos, los cruces que dirimirían a los semifinalistas del campeonato se jugaron al mejor de cinco encuentros. En estas cuatro temporadas el club cayó derrotado en dos ocasiones, pero el formato de aquellas eliminatorias hizo esas derrotas menos amargas.
Los azulgrana comenzaron sus paseos triunfales en cuartos de final en la temporada 2003-04, con un apabullante tres a cero ante el Joventut de Aíto, con un Rudy saliendo del cascarón pero apto para levantar el vuelo de aquella alicaída Penya. Los dos cursos siguientes fueron los de los tropiezos. Primero contra el Gran Canaria. Y más tarde, en la temporada 2005-06 ante el pujante Akasvayu Girona de Fran Vázquez, Raül López, McDonald o Dueñas.
Luego vino el Unicaja, en la campaña 2006-07. Un Baskonia imperial, con Splitter y Scola en un alto estado de forma más Erdogan, Planinic, Rakocevic, Prigioni, etcétera, se deshizo sin problemas del equipo entenado por aquel entonces por Scariolo, que daba por finiquitado su penúltimo año en tierras andaluzas. Aquella plantilla, para muchos, mal dirigida por un Maljkovic algo trasnochado, caía en Vitoria en el quinto encuentro de la final ante el Barcelona.
Todo ello desgrana la diligencia con la que un ya consolidado Baskonia afronta el play off. Aunque cada curso sea una historia diferente, lo cierto es que la historia le aporta argumentos para acudir con confianza al infierno de Miribilla.