Heurtel afrontaba ayer su primera prueba de fuego desde su ingreso en la disciplina baskonista. El tímido base francés era, por demarcación, el elegido para tomar el mando de la nave azulgrana en un campo de los que imponen. El Palau Blaugrana se disponía a juzgar el desempeño como primer timonel del Caja Laboral de un jugador que había suscitado demasiadas dudas en torno a su fiabilidad, que no a su clase. Pocos dudaban de las aptitudes del galo, muchos de cómo asumiría los galones.
Pues bien, el veinteañero de Beziers dejó a un lado su vis más precipitada en el encuentro de ayer. La primera parte fue un muestrario de lo que puede ser el mejor Heurtel. Sus números, como suele suceder con los bases, no hicieron justicia al gran partido que realizó el galo a la hora de la verdad. 8 puntos (con 4 de 8 en tiros de dos y 0 de 2 en triples), 7 asistencias, tres rebotes y una recuperación sin perder una sola bola, amén del tapón que le colocó Fran Vázquez, hasta el tramo final del encuentro. Éste era el aspecto más positivo para detractores y partidarios del francés. Acostumbrado a perderse en un showtime mal entendido, Heurtel supo recular la mayor parte del tiempo que estuvo sobre el parqué. No abusó del bote, mantuvo un buen equilibrio entre la transición y el ataque estático, eligió con acierto los endiablados cambios de ritmo de los que suele abusar y jugó el pick and roll, ese maná del libro duskista, como los ángeles. Dirigió con criterio, en definitiva.
Su segunda falta personal le relegó al banquillo a los quince minutos, a la espera de retomar la alternativa en el tercer periodo. Ribas tomaba la manija del equipo sin complicarse, pero la solución fue suficiente para mantener al equipo en el partido y proseguir, igualmente, la magnífica línea impuesta en un segundo cuarto que los baskonistas se adjudicaron por 19-25 dejando todo en el aire de cara a la reanudación.
Muchos podían atisbar pasajera esta nueva, para la parroquia baskonista, cara del francés. No fue así. Su asociación con los jugadores interiores en el bloqueo y continuación tuvo su máxima expresión acompañado de un Lampe pletórico que hasta se permitió el lujo de lanzar cuatro triples y convertir tres.
Y es que si la mejoría del base francés ha sido vertiginosa, el polaco viene mostrando una progresión continua a lo largo de los últimos encuentros que tuvo la guinda ayer con un partido superior. Ni siquiera el potente juego interior culé, uno de los mejores de Europa, logró contener al recuperado cinco baskonista. 31 puntos (con un sorprendente 3 de 4 en triples y 10 de 13 en tiros de dos), 5 rebotes y 3 asistencias para 33 de valoración. Soberbio.
Heurtel fue Heurtel en todo su esplendor. Demostró, por fin, por qué fichó por el Baskonia y demostró de lo que es capaz. Ahora sólo hace falta continuidad en su juego pero, tras un partido así, tras haber demostrado a técnicos, aficionados y, sobre todo, a sí mismo, que puede, todo será más sencillo.