Vitoria. Fernando San Emeterio sigue su particular cruzada contra la pubalgia que le martiriza desde el partido disputado hace dos semanas ante el Estudiantes. El exterior cántabro, que ya se perdió la última cita doméstica ante el Alicante, alberga escasas opciones de reaparecer mañana (19.00 horas) en el Buesa Arena ante el Real Madrid y tiene visos, por tanto, de permanecer una jornada más fuera de combate. En el seno de la entidad vitoriana existe cierto pesimismo a la hora de enjuiciar las opciones de que el pulmón azulgrana pueda ser de la partida en un partido crucial para apurar las últimas opciones de asaltar la segunda posición de la fase regular.

El internacional del Caja Laboral no ha realizado ningún entrenamiento con el grupo a lo largo de la semana y continúa quemando las sufridas etapas del tratamiento conservador que se le ha recomendado para dejar atrás sus molestias. Dada la complejidad de una lesión que precisa, ante todo, mucho reposo e intensas horas de fisioterapia con el fin de ser mitigada, el club no ha fijado un plazo de vuelta para su reaparición. En concreto, se apela a su evolución diaria a la hora de aportar algo de luz al respecto.

Sin embargo, la doble evidencia de que se haya ausentado de todas las sesiones semanales hasta la fecha a las órdenes de Dusko Ivanovic y se mantenga al margen de sus compañeros tiñe de sombras su participación ante los merengues. El objetivo tanto del club como del propio jugador no es otro que evitar recaídas que dilaten los plazos y llegar en un momento dulce a las series finales por el título. San Emeterio únicamente volverá a vestirse de corto una vez hayan remitido las molestias y se sienta libre de dolores que le impidan exhibir su nivel habitual.

El ilusionante fichaje de Andrés Nocioni, además, ha amortiguado en parte la imperiosa necesidad de que se ponga a corto plazo en las manos del cuerpo técnico. El alero argentino, que sólo disputó catorce minutos en tierras levantinas, se encuentra capacitado para elevar su protagonismo. Además de simultanear la presencia de Brad Oleson y Pau Ribas, el montenegrino también recurrió al experimento de Thomas Heurtel como escolta para diversificar su amalgama de recursos. Cabe incluso la posibilidad de que el discutido Nemanja Bjelica, reciclado definitivamente al puesto de cuatro tras el regreso del hijo pródigo santafesino, dispute algunos minutos en dicha posición en el estricto caso de que fuese necesario.