madrid. Es uno de los clubes históricos de la ACB pero se encuentra contra las cuerdas, con todo en contra para salvar la categoría y en grave riesgo de desaparición. El futuro próximo de Estudiantes pinta mal si no consigue enderezar su rumbo y comenzar a sumar cuanto antes unas victorias que se antojan fundamentales tras haber sido capaz tan sólo de resolver a su favor 7 de los primeros 27 compromisos de la fase regular. La derrota anteayer frente al Fuenlabrada en un partido aplazado que podría haberle aclarado el panorama de manera diametral ha encendido todas las alarmas en el seno del club del Ramiro de Maeztu, por mucho que ayer su técnico, Trifón Poch, declarara en los micrófonos de Onda Madrid que sigue manteniendo la fe en las opciones de salvación de un equipo que, además, cuenta con un calendario muy complicado de aquí al final de curso.
"Los que tenemos experiencia en este tipo de situaciones podemos decir que aún pueden pasar muchas cosas", reseñó el técnico que recientemente relevó a Pepu Hernández al frente del conjunto estudiantil. "Hay muchos enfrentamientos directos y vamos a mantener esta situación hasta el final. Seguro que hasta la última jornada porque seguimos teniendo y seguiremos muchas posibilidades.
El panorama que pinta el técnico de Estudiantes se antoja un tanto irreal si se estudian los emparejamientos que le quedan. Poch dice que siguen con posibilidades, y es cierto pues su equipo está a dos victorias del UCAM Murcia, tercero por la cola, y aún restan por disputarse siete partidos. Pero no va a ser una empresa sencilla en absoluto.
El cuadro madrileño debe recibir en casa a Obradoiro, Murcia y Gran Canaria, y afrontar cuatro desplazamientos, algunos tan complicados como el derbi ante el Madrid, una visita al Nou Congost y, además, un choque dramático contra un ya desquiciado Blancos de Rueda y un viaje a un Alicante renacido tras su victoria del pasado fin de semana ante el Caja Laboral.