Vitoria. El partido de ayer al mediodía en Alicante dejó más oscuros que claros para la plantilla baskonista. Sin embargo, el principal foco de atención para prensa y afición emitió destellos de la garra, calidad y compromiso que de él se espera. "El tiempo que estuve en cancha me sentí bien", concedía el Chapu. Quizás fuera la inmediata asunción de los objetivos del grupo lo que más llamó la atención de un Nocioni que piensa, desde el minuto uno, en azulgrana. "No cerramos el encuentro como debimos", declaraba el bravo tres argentino, en los micrófonos de Radio Vitoria, donde deducía posteriormente que no se podía "dejar escapar otro partido así".
El problema estuvo en los escasos minutos concedidos por Dusko Ivanovic pese al buen rendimiento de la nueva incorporación del club que preside Josean Querejeta. Por ello la prolongada ausencia del argentino sobre la cancha se constituyó, cuando menos, en desconcertante. Igualmente desconcertado se mostraba el propio Nocioni que, sin embargo, asumía sin queja la situación, conocedor de dónde se encuentra y portador de una ética de trabajo tan apreciada por estas tierras: "Salí bien, concentrado pero luego no entré en las rotaciones y se me complicó pero eso es asunto del entrenador". "Yo tengo dar el máximo cuando estoy en la cancha", zanjaba un Chapu que achacaba esta falta de minutos, determinantes al menos, a la "falta de ritmo", aunque opinara que, sobre el parquet cumplió: "Creo que estuve bien".
Nocioni reonoció venir "de una semana que ha sido dura" merced a la veloz aclimatación que está llevando a cabo. Igual de veloz fue el cambio de chip escenificado. "Ahora toca pensar en el Madrid", proclamaba tras la dolorosa derrota en el último suspiro. El argentino volvió insitir en el discurso que lleva repitiendo durante lo últimos siete días. "Siempre dije que quería volver", incidió a la vez que que argumentaba su decisión en aspectos como su actual momento vital: "Creo que es una buena edad para regresar".
El tres azulgrana calificó su retorno como "una alegría" pese a la derrota. Enfundarse de nuevo la elástica baskonista debe suponer, para él, connotaciones puramente viscerales. Seguro. Aparte de todos estos, ya demasiado manidos, argumentos sentimentales, el argentino apelaba a lo puramente deportivo, a la alegría que sentía al "volver a una cancha". Ni siquiera las alteraciones en el reglamento le importunaron. "Hay alguna diferencia arbitral, pero es normal", entendía. En lineas generales, "la ACB sigue prácticamente igual", reconocía. Parece que el Chapu también.