Vitoria. Tras un debut liguero, a la postre, plácido ante el Cajasol, el listón de la exigencia se eleva varios centímetros para un Baskonia que desde mañana inicia un periplo de tres salidas consecutivas fundamentales para calibrar su estado de forma. En primera instancia, dos exigentes exámenes a nivel doméstico a lo largo de esta semana ante el Gran Canaria y el CAI Zaragoza como antesala al bautismo continental del día 19 en la pista del Fenerbahce. Es la hoja de ruta trazada para el equipo vitoriano, sumergido en la búsqueda del ensamblaje, la definición de los roles y la adquisición de una personalidad colectiva en estos albores de la temporada. De ahí que Ivanovic incentivara ayer el orgullo de sus pupilos en puertas de afrontar un calendario tremendamente complejo.
"Este equipo siempre ha tenido ambición y la va a seguir teniendo. Esta es la primera cosa que un equipo debe mostrar: confianza y deseo de conseguir títulos. Eso es lo que un jugador que viene aquí debe tener. Si no, es difícil que pueda estar", subrayó el preparador montenegrino en un perfecto aviso a navegantes que define a la perfección su mentalidad.
Empezando por la visita de mañana a La Roca, la calurosa olla a presión del Gran Canaria que sistemáticamente se le atraganta a todos los grandes de la Liga Endesa, el Caja Laboral dispone de una inmejorable oportunidad para crecer como colectivo y sembrar el temor entre sus adversarios. El camino a seguir ya está fijado tras los escuálidos 60 puntos que encajó en la jornada inaugural ante el Cajasol de Joan Plaza. "Para tener un equipo que aspira a ganar algo, lo primero que debe conseguir es una buena defensa, sobre todo en este periodo cuando no hay tanta fluidez en ataque. El trabajo atrás entonces posee más peso de lo normal", recordó el de Bijelo Polje, quien también solicitó a sus discípulos "una mejoría" a la hora de cerrar el rebote defensivo.
Uno de los hombres más en forma del colectivo, junto a Pau Ribas y Brad Oleson, es Mirza Teletovic, a quien su entrenador arengó para que sume en otros apartados del juego más allá de su acreditada querencia a lanzar desde el perímetro. "Mirza debe aportar más en el rebote, en defensa y en otras facetas. Es un capitán y tiene que dar ejemplo en cualquier cosa. También a la hora de apoyar a sus compañeros. Pero no sólo él, sino todos. Esto significará que somos un equipo grande", advirtió Ivanovic.
Cuestionado por el Gran Canaria, el inminente rival azulgrana que viene de perder en la primera jornada ante el Unicaja tras un horrendo epílogo, el balcánico hizo hincapié en que "este año ha hecho un equipo más completo" que la pasada temporada. Huérfano de Carroll y Wallace, que han puesto rumbo al Real Madrid y Barcelona respectivamente, el americanizado rival amarillo conserva un indudable peligro. Especialmente al amparo de su afición, donde es capaz de tumbar a cualquiera. "Sus ambiciones son mayores que otros años y hace unas semanas ya nos ganaron en la pretemporada. Se conocen bien entre ellos y los nuevos fichajes se adaptaron perfectamente. Poseen buenos tiradores y un juego interior potente. Jugar allí delante de su público siempre es difícil", concluyó precavido.