Al margen de la clasificación para la final de la Euskal Kopa que tendrá lugar el próximo 4 de octubre en el Bizkaia Arena, la jornada de ayer deparó otra noticia positiva para los intereses del Baskonia. Reggie Williams, uno de los dos hombres que permanecía en la enfermería junto a Maciej Lampe, dio un nuevo paso en su recuperación al realizar la rueda de calentamiento previa al comienzo del choque. El escolta estadounidense, que ya se ha reincorporado paulatinamente desde el lunes a la dinámica de entrenamientos impulsada por Dusko Ivanovic y ayer también trabajó con normalidad por la mañana, se encuentra prácticamente restablecido del esguince en su rodilla izquierda que sufrió a finales de agosto y, por eso, en condiciones de recibir el alta médica.
Tras consensuar la medida junto al cuerpo médico y el propio jugador, el preparador montenegrino optó por no correr ningún riesgo con el concurso ante los donostiarras de un hombre llamado a ser el killer del remozado Caja Laboral. Con el arranque de la Supercopa a la vuelta de la esquina, la prevención se antoja como la mejor receta para evitar una posible recaída. Si no surgen imprevistos de última hora, el ex de los Warriors estará en condiciones de disputar este viernes (19.00 horas) ante el Bilbao Basket sus primeros minutos oficiales como nuevo integrante azulgrana. Todavía fuera de forma y sin el ritmo ideal, otra cosa muy distinta será evaluar su rendimiento en una cita tan exigente como la que se avecina frente a los pupilos de Katsikaris.
Vestido de corto y luciendo la sudadera oficial de sus compañeros en un intenso calentamiento, Williams corroboró las buenas sensaciones de su articulación durante la rueda previa al salto inicial. Con anterioridad, ya fue capaz de ejecutar las primeras suspensiones y realizar entradas a canasta con aparente normalidad. La mejor forma, en definitiva, de recobrar la normalidad, desterrar los miedos y equipararse al mismo nivel físico que sus compañeros. Con una sonrisa permanente en el rostro y gastando bromas con Kevin Seraphin, el norteamericano fue reservado finalmente por Ivanovic. Ribas y Oleson volvieron a repartirse los minutos, aunque a partir de ahora la competencia en dicho puesto promete ser enorme.
Los aficionados baskonistas también arden en deseos de seguir sus primeros pasos y, de hecho, en la presentación fue de uno de los jugadores más aplaudidos del equipo. Un síntoma de las elevadas expectativas que ha despertado su fichaje para esta compleja temporada.