vitoria. El soldado Seraphin se presenta a filas. Dusko Ivanovic podrá disponer a partir de este fin de semana de un nuevo gladiador al que curtir a su imagen y semejanza. El interior francés llega a Vitoria con ganas de seguir creciendo. Es lo que ha hecho durante los últimos doce meses, desde que fue drafteado y pasó a formar parte de unos Wizards que lo han mimado acorde a las expectativas que ha generado.
Seraphin ha renunciado a la oportunidad de pasar estos meses de lockout en casa, en el club que lo descubrió en la Guayana y lo inició en el baloncesto cuando ya había cumplido los dieciséis. En el Cholet, el otro equipo que pujó por él, habría reencontrado amigos y se habría ahorrado los problemas de adaptación que le puede acarrear su completo desconocimiento del castellano. El soldado Seraphin no tiene miedo a lo desconocido. Tiene hambre. Mucha hambre. "Cuando llegué a Estados Unidos tampoco hablaba inglés, pero he aprendido. Ahora haré lo mismo", aseguraba el interior galo en una entrevista telefónica concedida a The Washington Post.
"Si quiero regresar a la NBA y rendir a un buen nivel necesito seguir progresando en mi juego. Creo que jugar en España, en un equipo de Euroliga, es algo positivo para mí", asevera el interior galo, a quien el Caja Laboral esperaba ayer a última hora en la capital alavesa. Si no sucede nada extraño, tal y como confirmaron fuentes de la entidad baskonista, mañana mismo será presentado ante los medios de comunicación y podrá estar a disposición de Dusko Ivanovic en el encuentro que este próximo domingo disputará el conjunto vitoriano frente al Real Madrid en el Iradier Arena.
El internacional galo, que el pasado domingo se colgó al cuello la plata tras caer en la final del Eurobasket de Turquía ante España, ha aguantado hasta el último momento antes de decidirse a buscar acomodo en algún equipo europeo. La excepcional dedicación que el cuerpo técnico de los Wizards le ha proporcionado desde que recaló en Washington ha provocado que toda su atención estuviera centrada en las negociaciones entre el sindicato de jugadores y la patronal. Una vez ha quedado claro que el lockout va para largo, sus agentes se pusieron manos a la obra. El flechazo entre el jugador y el Caja Laboral, que rastreaba el escuálido mercado de jugadores interiores en busca de un tipo dominante para la pintura, resultó inminente.
"He estado esperando a ver si el lockout se resolvía, a algún movimiento significativo que aclarase el panorama. Como parecía que podía reiniciarse a tiempo la competición, me he mantenido a la expectativa", aseguraba ayer el nuevo fichaje baskonista, que no tiene reparos en reconocer que le gustaría acabar el curso en Estados Unidos. "En cuanto el lockout acabe, volveré a Washington. Aún espero que haya temporada", manifiesta.
ganas de progresar Esto no significa en absoluto que pretenda aterrizar en Vitoria para pasar unas vacaciones. El soldado Seraphin llega con ganas de aprender, de competir, de progresar. Carne fresca en manos de un entrenador del que ya ha oído hablar, pero al que no teme. Más bien al contrario. "El Caja Laboral tiene un entrenador que es muy duro. Yo también soy un tipo duro, así que necesito un entrenador así, que sea duro", aseveró el interior nacido en Cayenne. "Es duro, lo sé. Pero eso es justo lo que necesito para progresar". Así se presenta el recluta Seraphin. Un soldado de reemplazo que debe paliar en estos primeros meses de competición el inquietante vacío en el juego interior que hasta bien entrado el mes de septiembre ha sembrado de preocupación el entorno del combinado azulgrana.