VITORIA. El Baskonia ya le ha buscado un sustituto en la figura de Reggie Williams, pero David Logan se resiste todavía a desvincularse de la capital alavesa, tal y como es su firme deseo desde hace tiempo. Sus razones se encuentran más que justificadas. Los números de la operación no le cuadran, de ahí que es probable que la rescisión de los dos años de contrato que aún le ligan al club de Josean Querejeta y su posterior aterrizaje en el Panathinaikos se dilaten algunos días más. Sin embargo, a nadie se le escapa que, tarde o temprano, se conseguirá la fumata blanca a la hora de trasladar a un papel el sonado desencuentro entre dos partes que en estos momentos mantienen unas tirantes posturas.
Las aspiraciones del Caja Laboral continúan vigentes y no existe ninguna posibilidad de que se produzca una marcha atrás. El presidente azulgrana aspira a que el dos nacido en Illinois condone la importante deuda que la entidad ha contraído con él desde el mes de julio, momento en que evitó abonarle la última parte del salario correspondiente a la pasada temporada. Ante las remotas opciones de que el ex del Prokom siguiese en la plantilla y algún club dejase dinero en las arcas mediante un traspaso tras la depreciación del jugador, Querejeta jugó entonces hábilmente sus bazas para obtener una plusvalía en la actualidad. Las desafortunadas declaraciones del jugador a través de su twitter, dejando constar su deseo de emigrar a otro lugar, no han hecho sino reafirmar la intransigente postura del inquilino del Buesa Arena.
Sólo es una cuestión de tiempo que Logan pase a la historia, aunque de lo que ya no hay duda es que el exterior nacionalizado polaco se halla ante las puertas de un negocio ruinoso para su carrera deportiva. El Panathinaikos, casi de rebajas y que ha acometido una drástica reducción de presupuesto, le ha reservado un hueco en su plantilla en detrimento de Milenko Tepic. No obstante, el pacto que tiene apalabrado para la próxima campaña contempla un sueldo sensiblemente más modesto al que Logan firmó el pasado verano con el Baskonia. Apenas 600.000 dólares percibirá en tierras atenienses, que se quedan en poco más de la mitad descontados los impuestos debido a la nueva legislación fiscal vigente en Grecia. Se trata de una cantidad ridícula si se compara con los aproximadamente 970.000 euros por ejercicio con que le sedujo la entidad vitoriana para dejar el baloncesto polaco.
Cabe todavía la opción de que el vigente monarca continental acepte la inclusión de una cláusula por la que Logan podría continuar un año más dentro del equipo en función de diferentes variables. No obstante, dicho extremo se encuentra todavía en el aire ante el incierto futuro del Panathinaikos, cuyos propietarios -los hermanos Giannakopoulos- meditan vender sus acciones a algún magnate estadounidense ante la delicada coyuntura económica que azota al país. Mientras el estadounidense maldice su falta suerte y parece abocado a un epílogo traumático pese a cambiar hace escasas fechas de agente, un perfecto negociador como Josean Querejeta se frota las manos.