Vitoria. Desde que la temporada tocó a su fin, la relación entre el Baskonia y David Logan estaba llamada a vivir su punto final más pronto que tarde. Pero los días fueron pasando y ninguna de las dos partes daba su brazo a torcer. Lo que iba a convertirse en el primer movimiento azulgrana en el mercado se fue dilatando sine die mientras el jugador disfrutaba de sus vacaciones en Illinois y el presidente baskonista aseguraba que, en principio, contaban con el escolta norteamericano para la próxima campaña. El problema era, sigue siendo en realidad, la altísima ficha que Logan firmó en su día con el cuadro vitoriano cuando en el Buesa veían en él a ese ansiado killer que haría olvidar la marcha de Igor Rakocevic un año antes.
Un hueco que ni Oleson ni English pudieron cubrir con solvencia. Consciente de que Dusko Ivanovic no contaba con él, el Baskonia inició las negociaciones con sus agentes para rescindir el vínculo que les unía a la espera de que un equipo llamara a la puerta de Logan para hacerse con sus servicios. El Asseco Prokom fue el primero, pero los problemas económicos que azotan a su antiguo equipo dejaron en el aire el apretón de manos. El jugador, mientras tanto, seguía aguardando ofertas de mayor enjundia. Hasta ahora.
Según informó ayer el periódico Yedioth Ahronoth -el diario de mayor tirada en Israel-, el Maccabi de Tel Aviv quiere reforzar su batería exterior con el jugador baskonista siempre y cuando éste rescinda antes su contrato con el Caja Laboral. Poco -más bien nada- habituada a pagar traspasos, la entidad hebrea habría trasladado al escolta su interés en captarlo para la causa amarilla en cuanto logre desvincularse del equipo vitoriano.
Por el momento, y al igual que ocurriera el pasado verano con Lior Eliyahu, el límite para la marcha del dos estadounidense está fijado en el inicio de la pretemporada, que salvo cambio de fecha se mantiene fijado en el próximo día 22. Su continuidad en la capital alavesa más allá de ese día provocaría un problema que ninguna de las partes quiere encarar.
Despedida Por el momento, Baskonia y Logan continúan negociando la rescisión del todavía jugador azulgrana, aunque el posible interés del Maccabi de Tel Aviv puede acortar la mecha considerablemente. Dadas las circunstancias, recibir un traspaso no es de ningún modo condición sine qua non para el adiós del escolta, ya sea rumbo al cuadro israelí o al Asseco Prokom. Como ocurriera recientemente con Esteban Batista, el simple hecho de deshacerse de una de las fichas más altas de la actual plantilla azulgrana es suficiente para que el corto idilio entre David Logan y el Caja Laboral se desvanezca apenas un año después de empezar.
Será el momento de concretar la llegada de un hombre que supla su marcha y pueda al fin vestir los galones de francotirador en la escuadra alavesa. En los albores del mercado estival, el Baskonia ya acometió una primera tentativa con el propio Igor Rakocevic, todavía sin equipo tras desvincularse del Anadolu Efes, aunque sin concretar ninguna oferta. Por su parte, el estadounidense James White llegó a asegurar hace unos días en la prensa griega que el Caja Laboral era uno de los equipos interesados en ficharle, aunque en el Buesa Arena ese interés se quedó desde un principio en un simple tanteo por el máximo anotador de la pasada Lega italiana, cuyo destino parece ligado de forma irremediable al Panathinaikos, aunque White cuenta también con una propuesta en firme para recalar en un equipo ACB en caso de que su fichaje por el PAO se frustre. A cuatro semanas de que la pretemporada viva su pistoletazo de salida, las piezas del puzzle azulgrana siguen bailando a la espera de encontrar un hueco en el que asentarse.