Vitoria. En un mercado cada vez más huérfano de efectivos de calidad al que debe acudirse hoy en día con pies de plomo y donde tiene que medirse hasta las últimas consecuencias cada euro derrochado, varios clubes están llevando la voz cantante durante este verano a la hora de atrapar a las mejores piezas. Mientras las arcas de muchos equipos, incluso los pertenecientes a la aristocracia continental, atesoran telarañas, ellos viven en la abundancia y no dudan en despilfarrar una ingente suma de dinero para potenciar sus plantillas. Estos agitadores tienen nombres y apellidos muy definidos. Hasta el punto de haber eclipsado con sus contrataciones los movimientos de otros grandes del Viejo Continente. Son, en concreto, los principales clubes turcos y el Armani Jeans, donde Sergio Scariolo dispondrá de un arsenal notable para acabar con la dictadura del Montepaschi.
Mientras en las grandes ligas europeas se cuentan con los dedos de una mano los fichajes rutilantes, el baloncesto otomano se prepara para vivir un boom derivado de los impactantes rostros nuevos que aterrizarán a partir de la próxima temporada. Contagiado quizá por la fiebre que generó el deporte de la canasta durante la disputa del último Mundial y en vísperas de que Estambul acoja en mayo de 2012 la Final Four de la Euroliga, los adinerados rectores de los equipos más pujantes han entrado en una frenética espiral a la hora de efectuar inversiones multimillonarias. La duda estriba en saber si esto se dilatará en el tiempo o es fruto de una emoción pasajera.
Ha sido el caso del Efes Pilsen, que ha reclutado a Savanovic y Barac tras abonar más de dos millones de euros en traspasos a sus respectivos clubes de origen y también se halla cerca de oficializar a Jarvis Hayes. El Fenerbahce, vigente campeón, no le ha ido a la zaga con las adquisiciones de Bogdanovic, Jerrells y Gist, aunque el positivo por marihuana de éste último acaba de motivar la rescisión de contrato. Sin embargo, no sólo los ogros que tienen asegurada su presencia en la Euroliga hacen gala de su poder adquisitivo, sino también otras alternativas de poder como el Galatasaray, el Besiktas y el Turk Telekom. El primero ha persuadido al exbarcelonista Jaka Lakovic y a Darius Songaila, el segundo ha dejado boquiabierto al personal al alcanzar un acuerdo con Deron Williams, base de los Nets, y tentar al mismísimo Kobe Bryant, mientras que el tercero también se ha hecho con los servicios de Kambala y Darius Washington.
Fuera de Turquía, ha irrumpido como un elefante en una cacharrería el Armani Jeans de Sergio Scariolo. El cuadro transalpino está dispuesto a romper moldes en su faraónico proyecto y, para ello, ya cuenta en nómina con Omar Cook, Malik Hairston, Antonis Fotsis -arrebatado a última hora al Barcelona- y Ioannis Bourousis. Entre los aspirantes a la corona europea, se lleva la palma el CSKA. Mientras el vacío de poder se ha instalado en otros gigantes como el Panathinaikos y el Olympiacos, el club ruso quiere evitar a toda costa un doloroso castigo como el de la pasada temporada con su prematura eliminación en la Euroliga. Para ello, ha incorporado a Sammy Mejía, Darius Lavrinovic, Nenad Krstic y Milos Teodosic, hasta la fecha el fichaje más impactante tras abonar su cláusula de rescisión a la entidad de El Pireo. El resto, mientras tanto, se conforma con las migajas, aunque el verano aún es largo y promete deparar emociones fuertes.