bilbao. El Bizkaia Bilbao Basket mató ayer dos pájaros de un tiro. En apenas unas horas, el equipo de Fotis Katsikaris se hizo con los servicios de dos jugadores experimentados y con una dilatada experiencia en Europa, el base Raúl López y el antiguo capitán culé Roger Grimau. El conjunto vizcaíno emprende una nueva era como equipo Euroliga y en su primer movimiento ha optado por apuntalar su plantilla con dos hombres contrastados. El exjugador del Khimki llega para reforzar un timón que este curso ha estado cubierto por el eléctrico y genial Aaron Jackson, con el que formará una peligrosa dupla en la dirección de juego. Dos hombres para un puesto en el que Katsikaris puede contar también con el estadounidense con pasaporte español Josh Fisher, recientemente renovado por los hombres de negro.
Raúl López será sometido el próximo martes al pertinente reconocimiento médico antes de ser presentado en el Bilbao Arena. El base, de 31 años, se formó en la cantera del DKV Joventut antes de fichar en el año 2000 por el Real Madrid, donde jugó dos campañas para después marcharse a los Utah Jazz ansioso por emprender la aventura de la NBA. Sin suerte al otro lado del charco, en 2005 regresó a la ACB para enrolarse en las filas de un por aquel entonces opulento Akasvayu Girona, pero una campaña después volvió a la Casa Blanca. Hace dos años afrontó un nuevo reto lejos de la ACB al fichar por el Khimki ruso para trabajar a las órdenes del seleccionador nacional, Sergio Scariolo.
Ahora, pasada la treintena, tanto Raúl López (31 años) como un Roger Grimau (33) que buscaba un hogar en el que continuar jugando en las mejores canchas de la máxima competición europea ayudarán al Bilbao Basket a consolidarse en Europa. Ambos firman por dos temporadas y permiten a la escuadra bilbaína perfilar un equipo con garantías para afrontar una ilusionante y complicada temporada en la que será la primera Euroliga en la historia del conjunto de Miribilla.