Vitoria. Tras varias temporadas purgando la ausencia de un segundo base de garantías, el Baskonia ha decidido corregir definitivamente un grave problema estructural de su plantilla para dotar de un escudero a Marcelinho Huertas. Y el elegido para desempeñar dicho papel es Thomas Heurtel, un joven base propiedad del Asvel Villeurbanne que ha actuado este curso en calidad de cedido en las filas del Alicante. Con apenas 22 años y un futuro prometedor por delante, este joven base francés al que el Baskonia seguía el rastro desde hacía tiempo ingresará en la disciplina azulgrana una vez quede resuelto el enigma que preside la identidad del entrenador.
En tierras levantinas, ha coincidido con un viejo conocido de la afición vitoriana como Carlos Cazorla. El escolta canario no duda en alabar las virtudes de un timonel, ante todo, "con mucho talento" y, al mismo tiempo, numerosos aspectos por pulir. "Posee una gran capacidad ofensiva, juega muy bien el pick and roll, le gusta correr el campo y es atrevido. Hace cosas que sólo están al alcance de muy pocos, pero ahora mismo es joven y tiene que mejorar muchos defectos. Al final, con la edad vas cogiendo madurez y te das cuenta de las cosas que haces mal", reconoce de entrada.
Heurtel, que ha promediado 9,4 puntos y 2,4 asistencias en 19 minutos de media, constituye la clásica apuesta de futuro de un Caja Laboral obligado a reclutar jóvenes de su estirpe para propiciar un crecimiento paralelo. Ya lo hizo en su día con Calderón, Prigioni o el propio Huertas, que alcanzaron el cénit de su carrera en la capital alavesa tras unos comienzos difíciles en clubes modestos como el alicantino. "Es un proyecto de futuro que se tiene que acoplar a un Baskonia que es muy exigente. Debe mentalizarse de que se encontrará con jugadores de muchísima calidad y de que tendrá que rayar a un alto nivel para contar con opciones de jugar", insistió Cazorla, para quien el principal defecto del galo es que "muchas veces, toma demasiados riesgos".
Ese exceso de ímpetu, derivado de su corta edad, deberá ser moldeado en tierras alavesas con el fin de que Heurtel pueda alcanzar el estrellato. "No es que juegue alocado, pero sí tiene ansiedad para dar la asistencia definitiva. Hay que saber cuándo tomar riesgos y cuándo no. Es una cuestión de edad. También es valiente. Nosotros nos jugábamos el descenso y en ningún momento se ha escondido. Eso es un arma importante, ya que significa que está preparado para asumir la responsabilidad cuando lleguen los momentos difíciles. Deberá adaptarse a un club exigente que le pedirá el máximo todos los días", confesó Cazorla.
Su desembarco en una entidad tan ambiciosa como la azulgrana supondrá, a su juicio, un cambio radical en la carrera de un base que deberá controlar sus emociones y asumir un rol más secundario que hasta la fecha. "En Alicante, tenía que jugar porque no había más y en el Baskonia hay tantos jugadores susceptibles de salir a la pista que deberá ser duro mentalmente y trabajar para cuando le lleguen las oportunidades. Posee talento para estar en un grande, pero debe darse cuenta de que no siempre tendrá que elegir su opción. No es tonto y sabe que no puede desaprovechar esta oportunidad. Hay que darle tiempo porque es un diamante por pulir", desveló el exterior canario.
Acerca de su difícil relación con Txus Vidorreta han corrido ríos de pólvora, pero su excompañero también le da un voto de confianza cuando se le cuestiona por su carácter. "Para nada es una persona difícil. El año ha sido muy duro para nosotros y, al final, hay roces en todas las partes. El entrenador exigía y los jugadores debíamos responder. En un momento dado, le quiso dar un toque de atención para que diese un paso adelante y lo dio. Fue una manera de picarle para que aportara un poco más y sacarle el mayor rendimiento".