Vitoria. El posible fichaje de Vladimir Dragicevic por el Baskonia vive sus horas más tensas después de que el cuatro montenegrino aterrizara ayer en la capital alavesa. Tras iniciar ayer el jugador los pertinentes reconocimientos médicos, el club vitoriano aguarda ya al visto bueno de los galenos para plasmar en un contrato el acuerdo verbal que alcanzó la semana pasada con su agente y, por tanto, oficializar así su llegada.
De momento, las reservas están más que justificadas antes de que un nuevo elemento se ponga a las órdenes de Dusko Ivanovic. El precedente acontecido con el británico Pops Mensah Bonsu, que fue cortado porque, supuestamente, su rodilla no aguantaría la elevada exigencia de una temporada cargada de partidos, obliga a mirar con lupa el tobillo de Dragicevic, lesionado en el transcurso de la semifinal de la Liga Adriática entre su todavía equipo, el Buducnost, y el Partizan. Si bien el interior balcánico, de 24 años, 2,06 metros de altura e internacional con su país en todas las categorías, finalizó aquel choque sin aparentes problemas, su esguince mantiene en vilo al Baskonia antes de la pertinente firma.
Con el fin de curarse en salud y cerciorarse de que el estado físico de su objeto de deseo es el apropiado para la disputa de la recta final de la temporada, la entidad de Josean Querejeta ha iniciado unos escrupulosos exámenes en la articulación dañada. De ahí incluso que los resultados se puedan demorar algún día y que hoy mismo tampoco se produzca el veredicto definitivo.
La primera medida para que este fichaje no se vea enturbiado se produjo el pasado sábado cuando Dragicevic se ausentó del choque doméstico que el Buducnost ganó al Mornar. Por precaución, y con el fin de no agravar el estado de su tobillo, el montenegrino se quedó fuera de la convocatoria debido a una expresa recomendación llegada desde el Buesa Arena. Sólo si los médicos detectan alguna anomalía grave que impida al jugador rendir a su nivel habitual de la Liga Adriática se frustrará una contratación imprescindible para que el Caja Laboral aumente su escuálida nómina de efectivos y afronte con más garantías las series finales por el título.
Una opción de futuro Si los diagnósticos médicos no lo evitan a última hora, la entidad alavesa se halla a punto de completar una operación redonda cuyo coste se limitará exclusivamente al salario del jugador hasta que acabe la actual temporada. El Buducnost, golpeado por la crisis y que le adeudaba varias nóminas correspondientes a los últimos meses, se ha visto obligado a abrir la puerta de salida a su principal estrella sin ninguna compensación.
En principio, Dragicevic se comprometerá hasta el 30 de junio, aunque dado el buen cartel que precede a una de los nombres rutilantes de la Liga Adriática, su juventud y la magnifica progresión que ha experimentado en los últimos tiempos el club se asegurará una opción para extender este vínculo. Su continuidad en el próximo proyecto azulgrana quedará supeditada a su rendimiento y la definición del nuevo marco de contratación. La apertura de las fronteras será una realidad si el expediente de la Comisión Europea se salda en breve con la abolición de los cupos vigentes en la Liga ACB.
Este cuatro montenegrino que ha promediado 16 puntos y 7 rebotes en la Liga Adriática es un viejo objeto de deseo de la secretaría técnica. Mucho más tras los cantos de sirena que viene recibiendo Mirza Teletovic, el hombre al que está llamado a liberar de tantas responsabilidades, durante los últimos veranos. Si no surge ningún contratiempo y el estado de su tobillo es satisfactorio, la intención de los rectores y del cuerpo técnico es que debute incluso este domingo ante el Blancos de Rueda Valladolid y se vaya rodando para la fase decisiva del torneo.