vitoria. 7 de marzo de 2000. Una fecha más perdida en el imparable caminar del calendario para la mayoría. Sin embargo, para un pequeño grupo de osados amantes del baloncesto supuso el inicio de un desafío extremo que, poco más de una década después, ha recorrido un espectacular camino que nadie se atrevía siquiera a imaginar -muchísimo menos todavía soñar con él- en aquel momento. Ese martes, vio la luz oficialmente el Club Deportivo Basket Bilbao Berri,un proyecto que tenía como objetivo que la capital vizcaína recuperara en un futuro un representante en la máxima categoría del baloncesto nacional tras la desaparición del Caja Bilbao. Aquel recién nacido de entonces, se ha convertido en la actualidad, cuando todavía le falta mucho para alcanzar la mayoría de edad, en una sólida realidad que pugna por ser una alternativa de poder a los tradicionales dominadores de la competición. De hecho, en el derbi de mañana en el Buesa Arena, el Bizkaia Bilbao Basket se jugará la posibilidad de aspirar hasta el final a la tercera plaza de la temporada regular y, lo que es casi más importante, voltear la tradicional hegemonía en el baloncesto vasco quedando por vez primera por encima del Baskonia en la antesala de los play off.
Sin embargo, los primeros pasos de este proyecto se parecían muy poco al escenario actual. Obligado a comenzar su andadura desde abajo, el conjunto vizcaíno arrancó su andadura en la temporada 2000-01 en la LEB 2 y con muchos problemas encima de la mesa. "La cosa fue difícil porque nos jugábamos nuestro propio dinero. El presupuesto era muy justo. Teníamos que hacer todo con muchísimo cuidado, sin hacer tonterías, ya que era nuestro propio dinero el que estaba en juego en caso de que hubiera impagos o cualquier otra circunstancia adversa. Al principio, fue descorazonador porque apenas había 500 personas en las gradas de La Casilla y veíamos que aquello era complicado que saliera", recuerda Jon Arrinda, uno de los impulsores del club y padre del actual hombre fuerte de la entidad, el agente de jugadores Gorka Arrinda.
Aquella primera temporada fue muy complicada en lo deportivo. Se produjeron muchos cambios de jugadores, de entrenador (Pedro Zorrozua sustituyó a Txutxo Sanz mediado el curso)… y finalmente no pudo evitarse tener que disputar el play off de descenso ante el Alcalá. El equipo superó ese difícil trance y a partir de ese momento todo comenzó a cambiar. "Sufrimos un montón, pero probablemente fue el inicio de todo lo demás, lo que hizo posible que a día de hoy estemos donde estamos", apunta Txatxo Payás, otro de los promotores de la institución.
Vidorreta se suma al proyecto En el verano de 2001, con la permanencia asegurada, se produce un hecho relevante que marcará el futuro de la escuadra vizcaína. El técnico Txus Vidorreta se suma al proyecto para hacerse cargo del banquillo. En su primera temporada al mando, logra un inesperado ascenso a LEB 1 quedando campeón de Liga y de la Copa de la categoría con el exbaskonista Splitter -jovencísimo- fogueándose en sus filas. Nuevo paso adelante para coger más impulso todavía. Así, tras un año de transición en el que no pudo celebrar un nuevo ascenso, el Bilbao Basket repite éxito en el ejercicio 2003-04 proclamándose campeón de Copa y certificando el ansiado salto a la máxima categoría.
Desde entonces, siete temporadas consecutivas en la ACB en las que el crecimiento ha sido constante y se han ido añadiendo logros a un expediente que aspira a continuar creciendo sin pausa. De esta manera, en las dos últimas campañas se ha quedado a las puerta de disputar la gran final de la Eurocup, segundo torneo en importancia a nivel continental.
El pasado ejercicio, sin embargo, se produjo una crisis importante que se saldó con la marcha de Txus Vidorreta y la llegada de Fotis Katsikaris al banquillo. De la mano del técnico griego -que en una de sus primeras decisiones decidió no renovar al histórico Javi Salgado, que había militado en el club desde su fundación-, el Bizkaia Bilbao Basket ha alcanzado en la presente temporada su mejor nivel. Quinto clasificado en la actualidad igualado a victorias con el Caja Laboral y con una menos que el Power Valencia, tercero, aspira a cerrar su fase regular más completa, para lo que precisa imperiosamente el triunfo en el derbi de mañana. La marea negra de la costa vizcaína amenaza Vitoria.