Vitoria. La patata caliente que la Euroliga tenía en sus manos desde que el Maccabi anunciara que se negaba a jugar la Final Four en los horarios previstos explotó ayer en beneficio de los israelíes. Finalmente, la Euroliga anunció que, para evitar causar problemas a la entidad hebrea, acepta adelantar la hora de la final del domingo 8 de mayo a las 16.30 horas. En consecuencia, el tercer y cuarto puesto se disputará a las 13.30 horas. Dos días antes, el viernes día 6, el cruce que enfrentará al Panathinaikos con el Montepaschi abrirá el fuego de la Final Four de Barcelona a las 18.00 horas, quedando el choque entre Maccabi y Madrid o Power Valencia para las 21.00 horas.

La decisión de la Euroliga desató ayer un torrente de opiniones entre los que observan su gesto como un acto de respeto por el pueblo judío y los más explícitos que lo consideran una bajada de pantalones en toda regla. La polémica surgió cuando Maccabi y Baskonia todavía se encontraban disputando los cuartos de final que acabarían decantando la balanza en detrimento de los vitorianos. Como venía manteniendo desde el arranque de la temporada, la entidad israelí se mantenía férrea en su postura de negarse a jugar la final de la Final Four el 8 de mayo al coincidir con el Día del Recuerdo a los Soldados Caídos. Una tradicional jornada de luto en Israel que impedía al equipo saltar a la cancha más tarde de las 19.30 horas, siempre y cuando lograran clasificarse para la final. Aunque la Euroliga aseguró el lunes que la fecha no se modificaría en ningún caso, dejaba en el aire la posibilidad de, como se ha producido, adelantar la hora para evitar un contratiempo al Maccabi.

Según explicaron desde el organismo del basket continental, el cambio de hora se consensuó ayer con televisiones, patrocinadores y los propios equipos implicados. "La decisión se ha tomado en beneficio de la integridad del baloncesto y sus seguidores", explicaba ayer su nota de prensa, mientras desde Israel se aseguraba que el Maccabi había propuesto ceder su puesto al Baskonia si al final la Euroliga no claudicaba.