Vitoria. Dos semanas después del inicio previsto en el plan de obra, la reforma del Buesa Arena arrancó ayer a primera hora de la mañana con la llegada de los primeros operarios al pabellón de Zurbano. Desestimado el recurso presentado al proceso de adjudicación que retrasó en quince días el pistoletazo de salida, desde ahora el equipo, los espectadores y los trabajadores del Baskonia convivirán con andamios, máquinas y operarios hasta que en junio de 2013 el futuro Buesa quede inaugurado, ya con más de quince mil asientos en sus nuevas gradas.
Por el momento, los aficionados baskonistas que acudan esta tarde al partido contra el Maccabi de Tel Aviv no sufrirán demasiadas molestias, pero durante las próximas semanas el proceso de ampliación del recinto sí causará más de un quebradero de cabeza a los asistentes, como la reducción en las plazas de aparcamiento o la obligación de acceder al pabellón a través de seis pasarelas levantadas para la ocasión. Ayer, los trabajadores procedieron a colocar los primeros andamios y acotar algunas de las zonas que rodean al pabellón.