Vitoria. El Power Electronics Valencia y el Caja Laboral se unieron con sus victorias en la última jornada del Top 16 de la Euroliga a Barcelona y Real Madrid para participar en los cuartos de final de la máxima competición continental. Los valencianos se verán las caras con el Real Madrid en uno de los cruces de cuartos de final, con lo que ya está asegurada de antemano la presencia de un equipo de la ACB en la final a cuatro que se jugará del 6 al 8 de mayo en Barcelona.
El equipo de Pesic disputó un partido tenso, cargado de nervios y responsabilidad, pero supo dominar en todo momento y remató en los últimos minutos su pase, dejando precisamente fuera al Fenerbahce que aspiraba a esa misma plaza. La victoria fue especialmente agradable para los valencianos por haber derrotado al equipo entrenado por Neven Spahija, que dejó el Power para, según sus propias palabras, jugar en un equipo con "más aspiraciones" que el levantino.
El Caja Laboral también se jugaba su ser o no ser en la competición en Vilna ante el Lietuvos y respondió con un buen partido, dominando el marcador, aunque por escaso margen durante casi la totalidad del encuenro. La victoria le permite, además, pasar como primero de grupo y tener ante el Maccabi el factor campo a favor. Los dos primeros encuentros se disputarán en el Buesa Arena los días 22 y 24 de marzo. El tercero tendrá lugar el 29 -sólo dos días después de la visita liguera a Mahón- en el Nokia Arena de Tel Aviv. Si hiciera falta un cuarto, su celebración está prevista el día 31. En el caso de que sea necesario un dramático desempate, la fecha programada por la Euroliga es el miércoles 6 de abril otra vez en la capital alavesa.
El Barcelona, por su parte, ganó un partido intrascendente y será el protagonista, junto con el Panathinaikos, del cruce más interesante de la siguiente fase. Los catalanes, igual que el Real Madrid, eran matemáticamente primeros de grupo ocurriera lo que ocurriera en el último partido y han sido el único equipo capaz de acabar el Top 16 invicto. El Real Madrid perdió y dio una pésima imagen ante el Montepaschi. Nada había en juego para los de Ettore Messina, pero decepcionaron en un partido en el que su defensa no existió. Y en el que la Caja Mágica dejó de ser una cancha invicta.