Vitoria. Stanko Barac era ayer un hombre sonriente. Poco dado a los alardes en forma de oratoria, el jugador azulgrana acaparó el protagonismo en el primer día de preparación del duelo a vida o muerte del jueves contra el Lietuvos Rytas. Su segundo MVP de la temporada gracias a los 20 puntos y 13 rebotes que sumó ante el Barcelona le sitúan de nuevo en primera línea de actualidad, después de unas semanas en las que parecía que el fichaje de Esteban Batista había condenado al croata a un segundo plano. Sus malas actuaciones durante estos dos primeros meses del año tampoco ayudaron mucho a revertir ese ostracismo.
"Estoy muy contento por haber logrado ser MVP, pero el premio queda empañado por la derrota del equipo", lamentó ayer el pívot, al que las lesiones de Mirza Teletovic y Pape Sow le convierten en la principal amenaza vitoriana en la pintura -con permiso de su compañero uruguayo- de cara al choque del jueves en Vilnius. Será entonces cuando los pupilos de Dusko Ivanovic luchen por adentrarse en los cuartos de final contra el mismo rival que les mandó a la lona en el duelo de ida con un triple imposible de Khalid El-Amin.
"Creo que vamos mejorando semana a semana y espero que esta mejoría se note en el partido en Lituania. Es un encuentro muy importante para nosotros", admitió el interior de 2,17 metros, que en apenas unos días pasó de ser galardonado como el mejor jugador de la ACB en el mes de noviembre a enlazar guarismos impropios de un hombre de su talento y potencial.
sin margen de error Consciente de la necesidad de enterrar cuanto antes la tendencia derrotista que asola al equipo baskonista desde los albores de la presente campaña, Barac vislumbra sin embargo vientos de cambio en el juego del combinado alavés. Empujados al quinto puesto de la clasificación -hacía ocho años que el Caja Laboral no bajaba de las tres primeras plazas, desde la campaña 2002-03- los vitorianos no pueden permitirse más sorpresas si no quieren verse abocados a ocupar la zona media de la tabla hasta la llegada de los play off. "No podemos fallar más en las próximas citas de la ACB", apuntó un Barac siempre parco en palabras, especialmente cuando recurre al castellano en lugar de intentar expresarse en inglés. Pero antes de recibir al CAI Zaragoza el próximo domingo en la mañana de carnaval, y sumar un segundo partido consecutivo en el Buesa Arena frente al renacido Power Electronics Valencia, el Baskonia tiene ante sí la oportunidad de demostrar que la mejoría que evidenció ante el Barcelona el pasado sábado no fue un espejismo con visos de evaporarse a las primeras de cambio.
En un par de días, el último MVP de la competición doméstica se verá las caras con homólogos de la talla de un Kenan Bajramovic en estado de gracia que en Vitoria se reivindicó con una excelente actuación y el pasado fin de semana se lució con 27 puntos y 11 rebotes.