Vitoria. La mejor versión del Dusko Ivanovic en la sala de prensa regresó justo el mismo día en el que su equipo siguió por una vez la línea que han caracterizado a los bloques dirigidos por el montenegrino. Pese a la victoria, prefirió centrarse en los aspectos a corregir y evitó que la euforia se disparase, aunque ahora el Caja Laboral depende de sí mismo para consumar su pase a los cuartos de final de la Euroliga como primero de grupo.
"Hemos tenido dos caras diferentes, que pueden ser preocupantes para los partidos que vienen", advirtió el preparador baskonista. "Debemos tener una cara los cuarenta minutos. Debemos tener una misma cara, intensidad y defensa. Hoy ha habido fases que no la hemos tenido. Por suerte, después de ese parcial, lo hemos sabido recuperar".
Ivanovic, el de siempre, el tipo que siempre hallará una razón para mostrarse insatisfecho, avisó a sus jugadores de los riesgos que corre el equipo si vuelven a verse presas de la relajación, como sucedió en los compases iniciales del segundo tiempo. "Hemos salido relajados, no hemos tenido la intensidad que hemos mostrado antes y después. Y estos balones perdidos son muestra de falta de intensidad", desgranó el técnico balcánico, para quien la victoria no fue en absoluto sencilla, por mucho que pudiera parecerlo a posteriori. "No hay nada fácil en la vida", recordó.
Ahora Ivanovic aboga por centrarse en la ACB, en el duelo de mañana en Barcelona, aunque sabe que en la mente de la afición figura en una posición importante el encuentro del próximo jueves ante el Lietuvos. "Tenemos que dar un paso grande, ganar el Lituania", reconoció el preparador azulgrana, que no quiso siquiera valorar la reflexión que un periodista le lanzó en torno a favores que puedan llegar procedentes del Martín Carpena. "Pensamos sólo en nuestro partido. Ganando somos primeros. Debemos tener capacidad para ganar ese encuentro", manifestó Dusko, el Dusko de siempre.