Vitoria. Los jugadores del conjunto vitoriano regresaron ayer a los entrenamientos para preparar el partido de mañana contra el Unicaja de Málaga. El único contratiempo reseñable tuvo como protagonista al recientemente renovado Pape Sow, que abandonó el Buesa Arena con un fuerte vendaje en la mano izquierda como consecuencia de un esguince producido durante la sesión de trabajo matutina, según explicó ayer el club.
El pívot africano sufrió un golpe entre el dedo pulgar y el índice y los servicios médicos de la entidad azulgrana vendaron su mano para tratar la zona y evitar males mayores. El propio jugador declaró, antes de abandonar el pabellón de Zurbano, que su mano se encontraba bien a pesar del ostensible vendaje que lucía. Según explicó la entidad vitoriana, el problema no fue a más durante la sesión vespertina y Sow podrá jugar mañana contra la escuadra malagueña salvo contratiempo de última hora.
El jugador senegalés, al que la prolongación de su contrato hasta final de temporada sorprendió hace apenas unos días, no parece haber recuperado todavía la confianza de Dusko Ivanovic, teniendo en cuenta que en el partido del pasado domingo ante el Granada volvió a quedarse en apenas siete minutos de juego y acabó con una valoración de -5 puntos. Los veinte minutos de juego de los que dispuso la semana pasada en Atenas -sumó dos puntos y cuatro rebotes- parecían presagiar un cambio en su peso dentro de la rotación del entrenador montenegrino, pero a tenor de lo visto contra el Granada Sow aún deberá seguir trabajando para volver a entrar asiduamente en los planes de Ivanovic.