vitoria. Dos victorias consecutivas ante el Lagun Aro y el Joventut han servido para frenar la hemorragia de un Caja Laboral que, sin embargo, todavía no ha cicatrizado del todo su herida y necesita seguir efectuando una terapia intensiva de mejora. El equipo vitoriano cierra esta mañana la primera vuelta de la ACB en Valladolid obligado a dar otro paso más hacia su consolidación definitiva.

A orillas del río Pisuerga, pasará una prueba de madurez para constatar si los leves progresos apuntados en las últimas semanas gozan de continuidad o constituyen un espejismo. Plagado de nombres anónimos para el gran público que hacen del baloncesto solidario una seña de identidad, el sorprendente Blancos de Rueda se ha erigido en la indiscutible revelación liguera. Con uno de los presupuestos más bajos de la categoría, ha obtenido ya el pasaporte para la próxima edición de la Copa y cimenta su éxito en su juego de conjunto perfectamente dirigido por Porfi Fisac.

Si bien suele ser un rival que tradicionalmente ha sido doblegado en su pista por el Caja Laboral durante los últimos tiempos, el cuadro pucelano se perfila como una inmejorable piedra de toque. Por si faltaran alicientes a la matinal, los de Dusko Ivanovic no han sellado todavía matemáticamente la vitola de cabeza de serie para el sorteo de la cita madrileña, previsto este lunes. Para descabalgarse de esta condición, deberá producirse una maquiavélica y rocambolesca combinación que es prácticamente imposible de que se haga realidad. Sólo si pierden por 53 puntos en Valladolid y el Power Valencia se impone al Estudiantes, los vitorianos quedarán fuera de los cuatro primeros.

El técnico montenegrino contará con toda su plantilla en perfectas condiciones después de que Barac y Logan hayan dejado atrás su proceso febril. San Emeterio, entre algodones por su golpe en el costado izquierdo, y Bjelica, con molestias en su tobillo, también podrán aportar su granito de arena en un partido que puede suponer la despedida de Pape Sow, cuyo vínculo temporal expira mañana. El club se debate entre apostar por la continuidad del poste senegalés o prescindir de sus servicios para dar entrada a un nuevo interior o, en su defecto, un base, aunque si éste último fuera extracomunitario sería imprescindible que ese hombre alto gozara de la condición de seleccionable.

un anfitrión rocoso El adversario azulgrana se asienta sobre sólidos pilares. Con dos bases cerebrales (Dumas y Stanic), dos escoltas dotados de una compulsiva capacidad anotadora (Robinson y Van Lacke) y varios fornidos pívots que aportan trabajo de fontanería en la zona (Slaughter, Báez y Barnes), el conjunto vallisoletano ha edificado una solidez impensable hace meses. De arrancar el curso como un posible candidato al descenso a consolidarse como una alternativa a los grandes, si bien deberá refrendar su excelente trayectoria en la segunda vuelta de competición.

En realidad, el Caja Laboral deberá hilar fino para salir indemne de una pista que únicamente ha sido profanada hasta la fecha por el Barcelona. Los restantes rivales (Estudiantes, Bilbao Basket, Joventut, Valencia, Alicante, Gran Canaria y Cajasol) mordieron el polvo ante un anfitrión que se distingue por sus roles equilibrados -sus diez hombres juegan entre 12 y 26 minutos de media- y su consistencia defensiva. Ante el vertiginoso ritmo de crucero emprendido por los dos grandes, una hipotética derrota puede alejar a los alaveses de la pelea por el liderato al final de la fase regular.