hablo de dolorosa sobre todo por la forma en que se produjo la derrota del Caja Laboral el pasado sábado en el Buesa Arena. Tener una ventaja de siete puntos a falta de tres minutos puede ser mucha o poca según como transcurra el partido. Y era mucha por que los dos equipos tenían un porcentaje de tiro de larga distancia muy bajo. Por lo tanto para recuperar esa desventaja eran necesarias previsiblemente cuatro muy buenas defensas del Real Madrid y cuatro buenos ataques. Antes del partido había varias incógnitas, tales como el estado físico de jugadores como Barac, San Emeterio o Huertas habiendo disputado 48 antes un encuentro intenso y crucial en la Euroliga y con prórroga incluida. Por otra parte si jugaría la nueva incorporación baskonista, Pape Sow, y con qué rendimiento. También los emparejamientos Suarez-San Emeterio para demostrar quién se merece más ser integrante de la selección, Huertas-Prigioni por saber quién iba a controlar mejor el timming del partido, o Teletovic-Reyes con muchas cosas que decirse cerca y lejos de la pintura. El partido entre el Madrid y el Caja Laboral estuvo marcado por la alternancia en el dominio del ritmo de juego y que tuvo como común denominador el quinteto titular. Cuando los entrenadores decidieron rotar a sus hombres titulares el nivel de juego bajó sustancialmente y el equipo contrario lo utilizaba para acercarse o alejarse en el marcador dependiendo de su situación actual. Logan y Rodríguez no consiguieron dar con la tecla para hacer funcionar a sus compañeros. Con ellos dos como directores de juego los dos equipos tiraron más de individualidades, buscando tiros alejados que no entraban y de salir al contraataque. En cambio tanto Prigioni como Huertas decidieron realizar un juego más pausado, con sistemas más largos y llegando hasta el objetivo de cada jugada. Si yo fuera Barac le daría la mitad de mi sueldo a Marcelhino ya que le suministra balones donde ningún otro llega. Y en cuanto a Prigioni, éste le aporta la tranquilidad necesaria al Real Madrid para no irse de los partidos antes de tiempo. En cuanto al debut de Pape Sow, se ve que no es un jugador de talento pero tampoco se le ha fichado para eso. A él se le exigirá defensa, intensidad, ayudar en el rebote -que falta hace- y levantar los balones que le doblan. Y tengo que decir que para ser su primer partido y además contra todo un Real Madrid, actual líder de la ACB, no desentonó para nada. Diría más, creo que fue uno de los que insufló ánimos al resto con sus acciones para que reaccionaran. A pesar de la derrota me gustó que los jugadores baskonistas aun teniendo unos horribles porcentajes en los lanzamientos de tres puntos y que normalmente le catapultan a una derrota segura, supieron cambiar la forma de juego y fueron los jugadores interiores los que mantuvieron al equipo por encima en el marcador. Ver a Teletovic jugar de espaldas es noticiable y agradable. Luego cuando metió en el último cuarto dos triples se le olvidó lo que había hecho anteriormente bien y ya no se le volvió a ver cerca de la pintura. También me gustó en el encuentro del sábado Pau Ribas, un jugador válido y que puede aportar muchas cosas positivas en este tipo de partidos. El Baskonia tendrá que seguir trabajando para contrarrestar el poder bajo los tableros. Y el Madrid con esta victoria se ha ganado el respeto pero me da la sensación que no será suficiente para llevarse ningún título.
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