Vitoria. El Pionir de Belgrado, una caldera en erupción que suele engullir al más pintado y el peor escenario posible para los forasteros medrosos, amenaza ya la integridad de un Caja Laboral cuyo margen de error en esta Euroliga comienza a ser cada vez más pequeño pese a que sólo han transcurrido cuatro jornadas. Frente a un Partizan que supedita en el apoyo de su encendido sexto jugador la suerte de sus comparecencias locales, Ivanovic calificó la cita de mañana como "una prueba de madurez, calidad y carácter" para sus jugadores, a los que reclamó un ejercicio de personalidad en una pista con semejante grado de decibelios.
"Si quieres ganar allí al Partizan, lo primero de todo debes estar mentalmente muy tranquilo y que no te afecte el público, que es algo muy importante para ellos. Si somos capaces de convertir este factor en algo positivo y disfrutar jugando de este ambiente, entonces será un partido abierto. Si algunos jugadores se sienten impresionados, será muy difícil", avanzó el preparador de Bijelo Polje, quien destacó el carácter belicoso del vigente semifinalista de la pasada Euroliga.
Tras el enésimo verano donde se ha visto obligado a reconstruirse por la marcha de su emblemático técnico de los últimos cursos a Moscú y la grave pérdida de dos sólidas figuras como McCalebb o Maric, el Partizan vuelve a disponer, a su juicio, de un potencial peligroso. "Nunca ha sido un conjunto de nombres, sino de jugadores jóvenes, desconocidos y de carácter y lucha. Se ha ido gente importante, pero no creo que Jawai sea, por ejemplo, peor que Maric. Es un pívot desconocido, pero tal y como está jugando es uno de los mejores jugadores interiores en Euroliga. Ha sido una sorpresa para todos", alabó.
Dado que el conjunto balcánico practica "una defensa muy agresiva y lucha por cada balón", en ocasiones con la aquiescencia de unos árbitros propensos a barrer para casa, Ivanovic instó a su plantel a "no permitirse pérdidas de balón para evitar así sus canastas fáciles".
haislip, duda Para acometer el difícil objetivo de profanar el Pionir y encauzar el billete hacia el Top 16, un nuevo contratiempo físico se ha interpuesto en el camino azulgrana. Marcus Haislip, que está viviendo un tormentoso inicio de temporada presidido por las lesiones, sufrió un esguince de tobillo en el reciente plácido compromiso liguero ante el CAI Zaragoza que cuestiona su participación en el duelo que clausurará la primera vuelta continental.
Junto a Dejan Musli, que regresa al equipo al no haber restricciones de ningún tipo en la Euroliga y Martin Rancik, que salvo sorpresa apura sus últimas horas como baskonista tras finalizar el próximo sábado su vinculación contractual, el cuatro estadounidense formará hoy parte de la expedición azulgrana hacia tierras serbias previa escala en Munich. Según manifestó Ivanovic, su concurso está prácticamente descartado. "Tiene pocas opciones de jugar", corroboró. De confirmarse su ausencia, el de Lewisburg dará un nuevo paso atrás en su difícil puesta a punto. Fuera de forma y sin ritmo de competición, aún se halla a años luz del jugador que deslumbró en Málaga.