VITORIA. Aguilar es consciente de que la posibilidad de subirse a un tren como el del Caja Laboral "es llamativa" y, posiblemente, sólo pasa una vez en la vida, aunque opta por mirar hacia adelante. En el CAI dispondrá de los minutos necesarios para seguir fogueándose y plasmar los destellos apuntados en Granada.
El Baskonia aterriza en Zaragoza con el orgullo herido tras la última cornada continental. ¿Cómo puede influir eso en este duelo?
No sabría decirlo con exactitud. El Caja Laboral siempre es un grande de la ACB, un gran equipo. Puede tener días malos y perder partidos como cualquiera, pero estoy seguro de que vendrá aquí a por todas y a resarcirse de su derrota ante el Zalgiris. Nosotros estamos concienciados sobre esto. Somos conscientes de que será un partido muy difícil y, por eso, saldremos a muerte en pos de la victoria para demostrar que en casa estamos fuertes.
En el Palau Blaugrana ya dejaron claro que les van los desafíos...
Sí, es verdad. El equipo debe salir con la mentalidad de que no hay nada que perder y pensar que la única forma de ganar es hacer el mismo juego que el día del Barcelona. Es el espejo para este partido. El Caja Laboral tiene más que perder que nosotros en una jornada así y, en nuestro caso, debemos exhibir la tranquilidad de saber que, si vencemos, será un paso adelante hacia la permanencia. Los partidos en casa serán fundamentales para conocer nuestros límites.
¿Cómo obraron el milagro de vencer al todopoderoso Barcelona?
Hicimos un grandísimo partido, sobre todo a nivel defensivo, aunque en ataque también estuvimos acertados. Exceptuando a Mickeal, fuimos capaces de atajar a las piezas fundamentales de su equipo. Ellos no tuvieron su mejor día, pero esto es baloncesto. Hay veces en las que metes más y en otras menos, aunque esa jornada se juntó todo para conseguir una pequeña hazaña.
El CAI está asentado en la zona media de la tabla. Teniendo presente su condición de recién ascendido, ¿qué balance hace de la trayectoria maña?
Debemos estar contentos, por motivos obvios. Las sensaciones son buenas y estamos trasladando una positiva imagen a la gente. Somos un equipo joven y con muchos jugadores nuevos que este año debutan en la ACB. Tenemos ambición y unas ganas enormes de aprender y mejorar. No nos conformamos con la salvación, sino que queremos luchar por estar lo más arriba posible.
Una Liga ACB sin la presencia de este emblemático equipo pierde prestigio, ¿verdad?
Tienes razón. Yo creo que se le echaba de menos al CAI. La gente quería ver desde hace tiempo al equipo donde está ahora. El club trabajó a fondo este verano para hacer un buen grupo que, como mínimo, siguiese un año más y pusiera los cimientos para asentarse en la categoría. El CAI siempre ha sido un mítico de la ACB y está donde se merece por su afición y pabellón. A cada partido vienen unas 10.000 personas, es un público que se entrega y una ciudad volcada con el baloncesto.
Carlos Cabezas, además, ha sido la guinda al pastel. ¿Qué tal ha sentado su sorprendente fichaje?
Su llegada ha sido fundamental. Ante el Barcelona, recién incorporado, ya disputó unos minutos y vimos que nuestro nivel defensivo y ofensivo subiría muchos enteros. Gracias a él, hemos incrementado la velocidad y la intensidad. Con su experiencia, calidad y palmarés, nos vendrá genial para darnos ese puntito más en los partidos y los entrenamientos.
Hablando ya del Caja Laboral, ¿qué es lo que más le inquieta?
Por la clase de equipo que es y la calidad de sus jugadores, es un rival a tener en cuenta. Con independencia de sus rachas buenas o malas, el Baskonia nunca dejará de ser el Baskonia ni perderá su esencia como equipo favorito a los títulos. Eso sí, más que de ellos, debemos estar pendientes de nosotros mismos. Si nos lo planteamos, seremos capaces de alcanzar cotas altas. Todo eso pasa inexorablemente por entrenar duro para luego ser competitivos durante los encuentros.
Se habla de que el juego interior es su punto débil. ¿Estima que podrán sacar partido de esos problemas?
Creo que sí. Rafa -en alusión a Hettsheimeir- está rayando a un gran nivel y podrá hacer daño. Es un pívot muy grande, hambriento de gloria, joven y que está capacitado para hacer 10-15 puntos y 7 rebotes ante cualquiera. Será una pieza fundamental para este partido, igual que otros jugadores.
Su nombre estuvo el pasado verano dentro de la rumorología baskonista. ¿Se vio cerca de Vitoria en algún momento?
Es verdad que he estado en el candelero por mi compra, venta o cesión, pero quise martenerme en todo momento al margen por el tema de la selección y mi viaje a Estados Unidos. Hasta que no supe las opciones realmente claras, no me metí mucho en el asunto. Preferí estar un poco aislado de todo para concentrarme en lo que debía. Es cierto que la oferta del Caja Laboral estuvo encima de la mesa desde el principio hasta el final del verano y que querían que yo fuera allí, pero tanto el Real Madrid como yo mismo pensamos que lo mejor era una cesión. Una vez decidimos eso, ellos retiraron su propuesta y no se concretó nada de lo hablado.
Tras pasar de largo el tren, ¿le queda un sabor amargo?
Está claro que la posibilidad de ir a un equipo como el Baskonia siempre es llamativa. Es el campeón de Liga y un equipo muy grande, pero en el baloncesto influyen muchas cosas, no sólo lo deportivo, y hay muchas personas involucradas. Al final, tomas unas decisiones, debes ser consecuente con ellas y tirar hacia adelante porque se supone que es lo que más te conviene y lo mejor para tu futuro.
Todo puede dar muchas vueltas pero, ¿cree que tendrá cabida en el Real Madrid del curso 2011-12?
Ahora no quiero pensar en eso. Me queda un año de contrato con ellos, pero estoy en Zaragoza, quiero defender a muerte estos colores y dar todo por esta camiseta. Una vez finalice la competición, ya veremos lo que pasa. Imagino que el Madrid también dirá en su momento lo que piensa. Todavía les pertenezco y tengo contrato en vigor, pero sólo deseo pensar en jugar bien y hacer una buena temporada.
En más de una ocasión se ha declarado elegible para el "draft" de la NBA. ¿Se ve con el nivel suficiente para dar algún día el salto?
Es algo que no me quita el sueño. De momento, tengo los pies en el suelo e intento mejorar día a día. Está claro que es el sueño de cualquier joven europeo, pero soy consciente de que, si no trabajo y juego bien aquí, será muy difícil cruzar el charco. Un jugador como yo debe empezar por hacerlo bien en su competición y no pensar desde tan joven si está capacitado para dar el salto. Si no juegas donde tienes que jugar, será imposible.