vitoria. Si hay un equipo que cree en imposibles, ése es este Baskonia. Así se vio en la final de Liga del pasado ejercicio cuando contra todo pronóstico superó al todopoderoso Barcelona y ayer se vivió un nuevo ejemplo, cuando muy mermado de interiores doblegó a un serio y correcto Fuenlabrada, que cuenta con una pareja de lujo en la pintura gracias a la fortaleza del uruguayo Batista y el mexicano Ayón.

Fe.En grandes cantidades además. Con confianza en sí mismos. Así ve Dusko Ivanovic a sus pupilos. El hecho de sobreponerse a las bajas en la pintura y la forma en cómo se hizo ayuda a recuperar la confianza. Más medicina para la autoestima. "Ganar un partido así ayuda", afirmó el de Bijelo Polje. "Demuestra que este equipo cree en sus posibilidades", añadió al respecto.

Sin importarle quiénes juegan. Así lo corroboró el propio técnico baskonista. "Lo importante es creer que puedes ganar, esté quién esté en la pista", puntualizó. Por todo ello, el técnico del conjunto gasteiztarra acabó satisfecho con los suyos. Porque alcanzaron la plenitud de su rendimiento y cuando se da todo, pocos son los peros que se pueden poner.

Quizá una salida algo más fría de lo esperado. Así lo constató el propio Ivanovic. "Salvo el primer cuarto, estoy contento, ya que hemos dado el máximo que el equipo puede dar. Al principio no jugamos bien. Estuvimos precipitados, mal en defensa y fallamos mucho, pero después hemos sacado el máximo que podemos sacar", recalcó.

Ivanovic destacó los excelentes réditos que sacaron cuando jugaron con cuatro pequeños. "Conseguimos sacar ventaja con San Emeterio jugando de cuatro. Lo intentamos con Bjelica al principio y no salió".

El cántabro fue una solución de urgencia, habida cuenta de los problemas que tenían en la zona. "Su juego interior nos ha hecho mucho daño", apuntó el preparador azulgrana, quien destacó la fortaleza de la dupla formada por Batista y Ayón. "Pueden ser una de las mejores parejas de la Liga", añadió al respecto.

Pues bien, ayer el Baskonia consiguió salir airoso y lo hizo sin Rancik, con una lumbalgia, y con Barac fuera de la pista por las faltas cuando el partido llegaba a sus minutos claves. Entonces, el montenegrino tuvo que recurrir al todoterreno San Emeterio, ya que aún ve a Musli un poco verde y así lo hizo constar. "Jugó bastante bien, tiene mucha proyección, pero aún necesita mucho tiempo", precisó sobre el joven poste balcánico.