vitoria. El Caja Laboral le tachó hace unos días para su nuevo proyecto alegando que los problemas crónicos de sus dos rodillas le impedirían responder a la fortísima exigencia de esta temporada, pero Pops Mensah-Bonsu quizá sí valga para militar a corto-medio plazo en la NBA. El fibroso poste británico, que tiene el triste honor de haberse convertido en uno de los jugadores más efímeros en la historia azulgrana, acaba de ser invitado por los Hornets de Nueva Orleans para afrontar el inminente comienzo de la pretemporada.

De momento, el ex baskonista aterriza en la franquicia estadounidense sin un contrato garantizado bajo el brazo, aunque en función de su rendimiento y si convence al técnico Monty Williams podría quedarse toda la campaña. A su favor juega el hecho de que los Hornets apenas cuentan en su plantel con dos pívots puros como Emeka Okafor y David West, si bien el puesto de ala-pívot aparece más poblado con Craig Brackins, Aaron Gray, Darryl Watkins o Darius Songaila. Tras un exhaustivo control a cargo del reputado galeno Mikel Sánchez, cuyos informes fueron demoledores, el Baskonia optó por curarse en salud y renunciar a la llegada de un pívot fichado a primeros de agosto y llamado a aportar una explosividad física y atlética desconocida en el Buesa Arena. Entonces, el club reactivó su interés por Haislip hasta acabar logrando su propósito de incorporar al ex interior del Unicaja.

Desde que volviera a Estados Unidos, los agentes de Mensah-Bonsu han sondeado a diferentes equipos de la NBA con el fin de que el inglés pudiera, al menos, realizar la pretemporada y así dejar constancia de que sus rodillas, como evidenció en el Preeuropeo, no le impiden efectuar sus acrobáticos vuelos.