Vitoria. Turquía afronta su gran oportunidad de volver a los altares del baloncesto después de muchos años de penurias. Los otomanos quieren aprovechar la oportunidad que les brida el hecho de ser anfitriones y repetir en casa el gran éxito que protagonizaron en el Eurobasket de 2001, cuando se colgaron la medalla de plata al amparo de un público volcado.
A pesar de la baja de Mehmet Okur, el combinado dirigido por Bogdan Tanjevic, recuperado de un cáncer de colon para afrontar esta gran cita cuenta con armas de sobra para convertirse en aspirante a un escalón en el podio. La figura de Hedo Turkoglu ejerce de polo de atracción alrededor del cual se encuentran una serie de jóvenes talentos dotados de físico y calidad para dominar. El problema, como siempre, pasa por saber si desde el apartado mental la selección otomana va a ser capaz de evitar convertirse en la jaula de grillos que acostumbra cada verano. Para empezar, los anfitriones se enfrentarán a Costa de Marfil (20.30 horas), una selección novata pero que ha dejado un buen sabor de boca en la fase de preparación.
El contrapunto a los turcos lo intentarán poner sus archienemigos los griegos. De nuevo sin Theo Papaloukas, el cuadro heleno cuenta con sobrado talento para seguir extendiendo sus éxitos durante un verano más gracias a los Diamantidis, Spanoulis, Zisis, Schortsanitis o Bouroussis. Para empezar, Grecia se enfrenta a una China (15.00 horas) que llega sin su estrella Yao Ming, lesionado todo el año.
Por último, a las 17.30 horas se enfrentarán dos equipos que pueden quedar marcados por esta jornada inaugural. Rusia llega a la cita sin sus grandes estrellas y tendrá difícil rendir al mismo nivel que le dio el título europeo en 2007, mientras que Puerto Rico es una selección que siempre ofrece un gran nivel en estas citas.