vitoria. La batalla campal en la que se transformó el OAKA el pasado jueves durante el partido amistoso entre las selecciones de Grecia y Serbia todavía sigue dando coletazos. Mientras el mundo del baloncesto centra su ira en la salvaje acción de Nenad Krstic al lanzar una silla contra el griego Bourousis, la FIBA continúa estudiando el caso sin dar a conocer aún ninguna sanción para los protagonistas del altercado. Uno de estos actores principales, cuyo show pocos minutos antes de la monumental pelea pasó desapercibido, fue el seleccionador serbio y nuevo entrenador del Olympiacos, Dusan Ivkovic.
El veterano técnico serbio fue expulsado del encuentro a nueve minutos para el final tras cometer dos faltas técnicas. Enrabietado, se lanzó a por uno de los árbitros del choque para, en un perfecto griego, insultar y menospreciar al colegiado. Desafortunadamente -para él-, las cámaras de la televisión helena captaron las palabras de Ivkovic en una secuencia que la web TuBasket se encargó ayer de traducir. "No tienes personalidad. Sé lo que he visto. Eres un hombrecillo y deberías recordar esta noche. Creo en Dios y honestamente eres la peor persona de todo el pabellón", gritó Ivkovic al árbitro Hristodulu.
Posteriormente, ya de vuelta en Belgrado, el entrenador de Serbia se disculpó por su actuación, más o menos. "Me siento mal por todo. No es permisible que nos pase esto. No sé si alguien quiere verlo como una segunda parte del partido interrumpido de los últimos play off de la Liga griega entre el Panathinaikos y el Olympiacos, pero yo no lo creo. Fotsis, al que entrené durante dos años, es un chico ejemplar", aseguró antes de disculpar el violento sillazo de Krstic sobre el pívot del conjunto de El Pireo. "Lo peor le pasó a nuestro jugador, Krstic. No había policía ni seguridad, y creo que se asustó un poco cuando varios aficionados descamisados saltaron a la cancha. En defensa propia elevó la silla, y fue el miedo lo que le llevó a darle a Bourousis", lamenta Ivkovic. Mientras tanto, la FIBA sigue estudiando el tipo de sanción que impondrá a los autores de uno de los momentos más desafortunados de los últimos años.