vitoria. YouTube se inventó para que nadie se pierda momentos que pasarán a la historia como el que sucedió en el amistoso que enfrentó a Grecia con Serbia el pasado jueves. Apenas unos minutos después de que Milos Teodosic prendiera fuego a la mecha de la violencia, Nenad Krstic lanzara una silla en la cabeza del griego Bouroussis y esa mole con patas llamada Schortsanitis se lanzara a la caza y captura de Nemanja Bjelica a base de puñetazos en la espalda del flamante fichaje baskonista, Internet hervía con vídeos desde diferentes ángulos de la increíble batalla campal que tuvo lugar en el OAKA durante la disputa del torneo Acrópolis. Cuando al partido entre Grecia y Serbia aún le restaban dos minutos y medio para el final (74-73 en el marcador), el jugador al que Dusko Ivanovic considera como el mejor base de Europa -una cosa no quita la otra- estampó su mano en la cara de Fotsis al intentar taponar un triple del exterior griego. Ambos se encaran y Teodosic, con la misma sutileza con la que realiza sus más bellas asistencias, le lanza un puñetazo como el que no quiere la cosa.

No fue una buena idea. Encendidos como si se estuvieran jugando la final del Mundial, griegos y serbios inician una batalla que se traslada a diferentes focos, más allá de la trifulca entre Teodosic y Fotsis. Las galletas vuelan a diestro y siniestro, especialmente de la mano -nunca mejor dicho- de un Schortsanitis transmutado en Bud Spencer quien, con cara de no haber comido en todo el día, reparte estopa hasta centrar su ira en un joven serbio con cara de no haber roto un plato que andaba por allí intentando apaciguar los ánimos y que la pelea no fuera a mayores. En el tropezón más inoportuno de su vida, Nemanja Bjelica -el joven en cuestión- choca contra una valla en medio de la pelea y cae al suelo rodeado de jugadores cual vitoriano en la bajada de Celedón.

Ni corto ni perezoso -nadie debió decirle que estuvieron cerca de ser compañeros de equipo- Schortsanitis se lanza hacia Bjelica y le asesta varios puñetazos en la espalda -sin consecuencias graves- mientras el serbio Krstic hace lo propio con el orondo Baby Shaq, aunque éste no parece inmutarse hasta que el pívot de la NBA le agarra por el cuello. Precisamente, el cinco de los Oklahoma Thunder protagonizó la decisión más desafortunada de la pelea cuando no se le ocurrió nada mejor que lanzar una silla contra la cabeza del griego Bouroussis, que no había podido jugar por lesión pero al que tuvieron que retener entre varios hombres para que -con la cabeza ensangrentada- no volcara su rabia contra un Krstic que fue detenido por la policía. Tras declarar ante el fiscal, éste se mostró arrepentido por actuar "como un estúpido". Lo mejor de toda esta historia -además de la aparición de un aficionado heleno sin camiseta dispuesto a iniciar por su cuenta un conflicto internacional con Serbia- es que la FIBA se ha limitado a declararse "horrorizada" por lo ocurrido, además de advertir que estudiarán el vídeo de la trifulca para "tomar la acción más fuerte contra cualquier jugador que ha llevado al baloncesto al descrédito". Habrá que ver si es verdad.