Vitoria. Pau Ribas ha regresado de las vacaciones con la misma sonrisa con la que abandonó Vitoria al término de la pasada edición de la ACB. El exterior catalán, que trabaja junto a unos pocos compañeros para recuperar el mejor tono físico durante la pretemporada, volvió a mostrarse ayer optimista de cara a la temporada que arrancará en apenas un mes. A su juicio, y a pesar de la marcha de un icono como Tiago Splitter, el Caja Laboral dispone de plantilla suficiente como para volver a luchar por todos los títulos, una meta en la que colaborará un viejo amigo suyo y reciente fichaje del club azulgrana, Pops Mensah-Bonsu, con quien coincidió hace un par de temporadas en Badalona y al que ahora avala.

"Es un jugador físicamente muy potente, que rebotea e intimida con gran facilidad. Si se siente importante, estoy seguro de que responderá y nos ayudará mucho", manifestó Ribas al término de la sesión física a la que Dusko Ivanovic sometió ayer a sus jugadores y a la que el ex jugador del CSKA faltó porque se encuentra concentrado con la selección británica para preparar la clasificación para el próximo Europeo.

Mensah-Bonsu se ha convertido en uno de los referentes del combinado de su país natal, con el que está acumulando unas excelentes estadísticas en los duelos amistosos previos a la cita. Pau Ribas, pese a todo, considera que el pívot de origen ghanés deberá aumentar incluso sus prestaciones para aportar en Vitoria todo lo que él confía que puede aportar al equipo azulgrana. "El Baskonia exige un nivel quizá un poco más alto que el de los partidos que disputan ahora las selecciones, pero estoy convencido de que puede ser de gran ayuda", argumentó el catalán. Ribas, que asume con resignación espartana la notable carga de trabajo que asume la plantilla estos días, tiene claros cuáles deben ser los objetivos del Caja Laboral para la campaña entrante: "Ganar la ACB otra vez, dar un pasito más en la Euroliga y personalmente seguir como el año pasado, a ver si las lesiones acompañan", expresa el jugador baskonista.