De sobra es conocida la fuerte personalidad de Sergio Scariolo y que el técnico italiano no es de los que se deja llevar por la tendencia a lo políticamente correcto. Sin embargo, la papeleta que tenía sobre la mesa el seleccionador español para elegir al último integrante del equipo que peleará por revalidar el título de campeón del mundo no era en absoluto sencilla. Tanto Fernando San Emeterio como Carlos Suárez habían realizado méritos notables a lo largo de la temporada y durante la concentración, por lo que contaban con fundadas esperanzas de resultar el elegido. Finalmente, la decisión del transalpino de optar por el baskonista se fundamentó en pequeños detalles que Scariolo no tuvo reparos en explicar. "La decisión no ha sido fácil porque los dos tenían calidad, personalidad y seriedad para ser parte de los doce elegidos. Nos despedimos de Carlos Suárez con la sensación de que con un poco más de madurez y un año más de experiencia dará un paso de progresión que le permitirá ser durante muchos años un jugador importante en la selección", argumentó. Respecto al cántabro, apuntó que "nos recordará que un hombre fuerte tiene que encontrar la confianza y la motivación en sí mismo".