Si por algo no se ha distinguido el Baskonia a lo largo de su historia, motivo por otra parte de un buen número de críticas en su mayoría absurdas fuera de la geografía alavesa, es por haberse convertido en un suministrador asiduo de jugadores para la selección española. Mientras el Barcelona, el Real Madrid, el Joventut o el Estudiantes han dado cobijo entre sus filas a los nombres más ilustres del panorama estatal y mantienen una política de cantera que les hace proclives a ello, el club presidido por Josean Querejeta ha emprendido otra filosofía -igual o más exitosa- para convertir al Caja Laboral en uno de los grandes del Viejo Continente.

A nadie se le escapa que sus grandes iconos y los hombres que han posibilitado su imparable crecimiento proceden en estos últimos años de Sudámerica -la mayoría reclutados siendo unos adolescentes-, Europa o, incluso, Estados Unidos. En una entidad como la vitoriana que siempre antepone la calidad al DNI de procedencia a la hora de escoger a sus selectas piezas, resulta muy extraño comprobar cómo alguno de sus integrantes haya vestido con anterioridad la elástica nacional.

Desde su fundación, y con la reciente inclusión de Fernando San Emeterio en la lista de quince aspirantes a disputar el próximo Mundial de Turquía a partir del 28 de agosto, son apenas cinco los jugadores que han sido internacionales ataviados con la zamarra azulgrana. Es cierto que un buen puñado de sus ex jugadores alcanzaron esa condición en alguna ocasión durante su carrera, pero sería en otros equipos diferentes. O antes o, en su defecto, después de enfundarse el traje baskonista. Es el caso de Pepe Laso o Josean Querejeta, que lo consiguieron en su etapa en el Real Madrid. Antes del alero cántabro, gozaron de ese honor sucesivamente otros cuatro jugadores muy conocidos como Pablo Laso, Jorge Garbajosa, José Manuel Calderón y Sergi Vidal.

El base vitoriano, ahora al frente del Lagun Aro, fue un asiduo de las convocatorias a partir de 1987, momento en que el combinado nacional emprendía una drástica renovación tras el histórico subcampeonato olímpico de Los Ángeles. Debutó en Aleppo (Siria) en los Juegos del Mediterráneo y, desde entonces, tiene el honor de ser el tercer baskonista con más partidos en la selección con un total de 61. Sin embargo, careció de suerte a la hora de conquistar una medalla en un evento internacional.

Una presencia fugaz en agosto de 2000 sería protagonizada por Jorge Garbajosa. Apenas unos días antes de iniciar su periplo en tierras italianas, el cuatro nacido en Torrejón de Ardoz disputó un partido preparatorio ante Francia para los Juegos de Sydney. Sería el bautismo internacional para un jugador al que el Baskonia se vio obligado a abrir ese verano la puerta de salida debido a la atroz competencia con Luis Scola.

El tercero en discordia en esta lista es José Manuel Calderón, cuyo debut se produciría el 20 de agosto de 2002 en vísperas del Mundial de Indianápolis. Con Garbajosa y el ahora base de los Raptors como dos de los principales símbolos de una generación inigualable, España ha protagonizado una impresionante recolecta de medallas. De las 101 internacionalidades del extremeño -48 menos que el interior madridista-, muchas de ellas se produjeron durante su estancia en la capital alavesa.

la competencia del kas Tres años más tarde le correspondería el turno a Sergi Vidal. Tras unas temporadas rayando a un altísimo nivel, el escolta badalonés recibiría el premio a su regularidad y constancia en el antiguo TAU en agosto de 2005. Mario Pesquera le incluyó en la lista definitiva para el Europeo de Belgrado, saldado a la postre con una amarga cuarta plaza. Aquella canasta materializada por Dirk Nowitzki en semifinales le apartó de la lucha por el galardón más preciado. Desde entonces, la fascitis plantar se ha convertido en una tortura para el exterior del Real Madrid, que perdió peso en las posteriores convocatorias en favor de Berni Rodríguez. El pasado verano, sin ir más lejos, se perdió por este motivo el Europeo de Polonia.

San Emeterio se convirtió el miércoles en el quinto internacional tras una campaña grandiosa coronada hace semanas con el título liguero. En agosto tendrá la oportunidad de debutar en un torneo previsto en Gran Canaria y así empezar a convencer a Scariolo de su indudable valía. Si no sucede nada extraño, el santanderino deberá competir con el estudiantil Carlos Suárez por el último puesto en juego para acudir a Turquía.

Esta lista, sin embargo, podría haber sido más numerosa. A mitad de la década de los 60, cuando el antiguo Vaskonia no daba ninguna señal de vida y era un equipo menor en la Liga nacional, otro club vitoriano como la Sociedad Deportiva Kas acogió a cinco jugadores que obtendrían la vitola de internacionales. Esa distinción fue lograda por Carlos Luquero, Pepe Laso, Ángel Serrano, José Luis Lázaro y Gonzalo Urquijo. Este quinteto conquistó un subcampeonato copero que le permitiría al año siguiente disputar la Recopa.