Vitoria. Acabada ya una temporada exitosa, ni siquiera un campeón liguero como el Caja Laboral se librará de vivir un verano frenético en cuanto a movimientos de altas y bajas. La marcha de su buque insignia obligará al club a renovar nuevamente la configuración del equipo pese a que Querejeta se congratulase ayer por la existencia de "una base sólida" con la que poder abordar la planificación del verano.

Junto a Splitter, las primeras bajas de cara a la próxima campaña tienen nombres y apellidos. Además de Golubovic y Palacio, dos piezas que llegaron con la vitola de temporeros, en breve hará las maletas Carl English. El escolta canadiense, sobre el que el club dispone de una opción unilateral de renovación, no ha convencido del todo pese a su pundonor, compromiso y puntuales rachas de acierto. Su futuro aparece ligado al Bilbao Basket.

Los restantes jugadores azulgranas disponen de contrato en vigor. No obstante, en una entidad propensa a los cambios y con las miras muy altas, es obvio que todos no seguirán. Ciertos integrantes son indiscutibles no sólo por su condición de seleccionables sino también por haber respondido a las expectivas en un curso repleto de dificultades. De no mediar una sorpresa, Huertas, San Emeterio, Ribas, Oleson y Teletovic continuarán bajo la disciplina de Ivanovic.

La incertidumbre, en cambio, es mayor respecto a otros componentes del plantel. Eliyahu, que viene escuchando desde hace tiempo los cantos de sirena procedentes del Maccabi, ha vivido una compleja primera temporada fuera de Israel, pero desde el club se le considera uno de los mayores talentos europeos. Sólo una astronómica oferta económica de su antiguo club puede disuadir al Caja Laboral de no seguir manteniendo entre sus filas al cuatro hebreo, al que una pubalgia amargó la existencia durante gran parte del ejercicio.

En el caso de Barac, un pívot que continúa estancado y cuya progresión no ha sido todo lo positiva que se esperaba, la confianza en su figura comienza a resquebrajarse. La continuidad del croata, al que el club puede renovar por dos años más, dependerá posiblemente de las opciones que ofrezca el mercado, ya que el Caja Laboral debe robustecer con garantías la cuerda interior para mitigar la sensible marcha de Splitter.

Herrmann es otra de las piezas más débiles de la cadena. Su grave lesión de rodilla en la pretemporada le ha obligado a vivir un pequeño calvario en su regreso a Europa. Su avanzada edad y sus altos honorarios, que no se ajustan al rendimiento dado sobre la pista, le colocan con el cartel de prescindible, aunque el alero argentino apelará a su contrato de larga duración para no cambiar de aires.

En el capítulo de altas, de momento sólo se ha apalabrado el aterrizaje de David Logan. El ex del Prokom, un base-escolta con el pasaporte polaco que ha promediado más de 15 puntos en la pasada Euroliga, se ha comprometido con el Caja Laboral por dos años más otro opcional. El anuncio oficial se producirá en próximas fechas.