una auténtica Torre de Babel. Desde que la Ley Bosman abrió la puerta a la llegada de jugadores extranjeros, los clubes lo tienen claro. Se trata de incorporar a la mejor pieza y al precio más razonable, sin importar la procedencia. Una postura lógica que siempre ha chocado con los intereses de otros estamentos como la Federación o el sindicato de jugadores, que velan por la presencia de un mínimo de españoles en las plantillas a la hora de pactar los archiconocidos cupos.
En esta Copa, hasta 22 nacionalidades diferentes estarán presentes en el BEC, una cifra elevada aunque inferior a la edición de 2009 en Madrid, donde se alcanzaron los 26 países representados. El que domina este ranking es Estados Unidos con 14 jugadores: Calloway (Cajasol), Warren (Bizkaia), Morris, Mickeal, (Barcelona), Hansen, Bullock (Real Madrid), Singletary, Oleson (Caja Laboral), Kelati (Power Electronics), Tucker (Joventut), Caner-Medley y Lofton (Estudiantes). Además, los exteriores del Cajasol, Ellis, internacional con Georgia, y Kirksay, con Francia, también nacieron en EEUU.
Al coloso norteamericano, hace años el mercado más recurrente para los clubes ACB, le sigue Serbia, con 9 baloncestistas. Salvo Popovic (Estudiantes), todos van por parejas. El cuadro sevillano aporta a Radenovic y Savanovic, el Real Madrid a Jaric y Velickovic, el Power Electronics a Perovic y Marinovic y el Joventut a Tripkovic y Bogdanovic.
Lejos aparecen el resto de países. Francia, plagado de jugadores atléticos y fibrosos, aporta cuatro integrantes (Moiso, Bilbao Basket, Koffi, Joventut, y Pietrus y De Colo, del Valencia). Argentina, como siempre, también está representada con el ex baskonista Prigioni (Madrid), Herrmann (Caja Laboral) y Jasen (Estudiantes), idéntica cifra a la de Lituania (Seibutis, del Bilbao Basket, Lavrinovic y Kaukenas, del Real Madrid). Croacia cuenta con los hombres de negro Banic y Markota (pasaporte sueco, pero nacido en Sarajevo) y el madridista Ante Tomic.
A continuación, figura un pequeño pelotón de cinco países con un par de representantes. Es el caso de los eslovenos Lorbek y Lakovic, del Barça, los brasileños Splitter y Marcelinho, del Caja Laboral, los bosnios Barac -el pívot azulgrana, eso sí, adquirió pronto la nacionalidad croata- y Teletovic , del Caja Laboral, los letones Blums (Bilbao Basket) y Valters (Joventut) y los belgas Hervelle (Bilbao Basket) y Driesen (Estudiantes).
Por último, otros trece países tendrán a un representante en el evento. El Barça cuenta con un italiano (Basile) y un senegalés (Ndong), el Power Electronics exhibe un ucraniano (Lishchuk) y un australiano (Nielsen), en el Caja Laboral figuran un canadiense (English) y un israelí (Eliyahu), desde Badalona aterriza un congoleño (Eyenga) y un holandés (Norel), en el Cajasol hay cabida para un checo (Satoransky) y un panameño (Douglas), en el Estudiantes habitan un inglés (Clark) y un uruguayo (Granger) y en el Madrid también hay espacio para el montenegrino Dasic.
Muchos de ellos, además, ya han saboreado el triunfo copero en otros países. Es el caso de Ellis, English, Tomic y Banic, en Croacia, Velickovic, Marinovic, Tripkovic y Bogdanovic (Serbia) y Kirksay, Pietrus, De Colo y Koffi (Francia).
La Copa de Italia también figura en el palmarés de Kaukenas, Garbajosa y Basile, mientras que los barcelonistas Lakovic y Morris reinaron en Grecia e Israel. Tucker conquistó el trofeo en Rusia, al igual que Kirksay, Markota en Lituania, Lishchuk en Ucrania, Dasic en Montenegro, Kelati en Bélgica y Barac en Bosnia.