El partido del pasado jueves en Zagreb sirvió para confirmar que nadie es imprescindible en ningún equipo de baloncesto. Aun con mucho sufrimiento, el Caja Laboral venció a la Cibona sin su capitán, que tuvo que conformarse con ver por el televisor cómo sus compañeros lograban un triunfo importantísimo. Mañana, ante el Xacobeo, deberán hacer lo mismo, huérfanos por segunda vez esta temporada de su líder, un Tiago Splitter que todavía tendrá que comerse las uñas en el duelo de Euroliga frente al Khimki de Scariolo y poco después contra el Power Electronics Valencia. Pero el Baskonia ya sabe lo que es ganar sin su principal estilete. Durante la temporada pasada, el pívot brasileño se perdió diez encuentros entre ACB y Euroliga, y en nueve de ellos el equipo vitoriano salió victorioso.
El inicio de la última campaña no pudo ser más descorazonador para el poste brasileño en lo que a lesiones se refiere. En plena concentración de pretemporada, tuvo que abandonar la preparación en la localidad orensana de Cabeza de Manzaneda por culpa de una rotura de fibras. Aunque su ausencia se cifró inicialmente en tres semanas, no pudo debutar en la Liga estatal hasta la quinta jornada, precisamente el día de la sorprendente derrota azulgrana en Illumbe. Entre medias, los pupilos de Dusko Ivanovic se las ingeniaron para vencer los cuatro primeros partidos -ViveMenorca, Manresa, Unicaja y Granada- sin excesivos contratiempos, salvo la polémica canasta final ante el cuadro balear.
recambio Eso sí, en aquellos partidos, el Baskonia contaba al menos con el salvoconducto formado por Will McDonald y Stanko Barac, que se alternaron a la hora de suplir en la zona al jugador nacido en Joinville e incluso ambos lograron dobles figuras en una ocasión, ante Manresa el croata y en el duelo contra Unicaja el norteamericano. Fue precisamente McDonald el que deslumbró a todo el mundo en el pistoletazo de salida de la Euroliga, con la visita del Fenerbahce. Aquel día, sus 32 puntos de valoración lograron que nadie se acordara de la baja del cinco de la selección canarinha. Sin embargo, la escuadra baskonista todavía tuvo que sufrir la ausencia de su segundo capitán -los galones estaban en posesión de Sergi Vidal por aquel entonces- hace exactamente un año, cuando a finales de enero otra microrrotura en su pierna izquierda le mantuvo apartado frente al Granada y el Lagun Aro GBC, si bien estos dos choques se decantaron del lado vitoriano. El único borrón reciente sin la presencia en cancha del cinco brasileño tuvo lugar en la segunda jornada del Top 16 ante el Olympiacos (73-70). El Baskonia supo vencer al Prokom y el Armani Jeans de Milán antes de la reaparición de Splitter, pero fue incapaz de imponerse a los griegos sin su gran referencia en la pintura. Desde entonces, todo fluyó como la seda para el MVP de la ACB -tirones musculares aparte- hasta la lesión en el tobillo que sufrió en mitad del partido de la última jornada ante el Meridiano. Ahora sus compañeros deberán corroborar el paso adelante que dieron en Zagreb.