vitoria. Hace apenas una semana, la televisión oficial de la ACB realizó una corta entrevista a Tiago Splitter. Entre otras cosas, le preguntaron quién era su jugador favorito de la competición y, de repente, el pívot brasileño puso sobre la mesa un nombre que pocos esperaban. "Quizás vaya a parecer un poco raro, pero hay un jugador llamado Marc Jackson que ya es un veterano de la Liga y que siempre me ha encantado cómo jugaba, tanto en la NBA como en el Olympiacos. Es un hombre de mucho peso, con muy buenos movimientos y muy listo. Es un jugador de mucha clase", aseguró el brasileño sin pestañear. Entre la vorágine de estrellas que pueblan la Liga nacional, Splitter se quedó con este veterano poste de 35 años que, casualmente, ayer anunció su retirada de la profesión.

Con siete temporadas en la NBA a sus espaldas, el orondo cinco norteamericano aterrizó en Santiago de Compostela el pasado verano como fichaje de relumbrón, pero su elevada edad y sus 120 kilos de peso despertaron las dudas en muchos aficionados del Xacobeo. Nada más lejos de la realidad. En los 14 partidos que ha disputado esta campaña, Jackson ha sido, junto a Kostas Vasileiadis, el hombre más determinante del conjunto gallego, al que con sus 14,3 puntos y 6,9 rebotes por partido mantiene en una cómoda -por el momento- 14ª plaza. De hecho, el ídolo de Tiago Splitter es el décimo jugador mejor valorado de la ACB, y en su último partido, ante el Granada, anotó 18 puntos en 27 minutos.

Por eso, cuando ayer el director general del Xacobeo -y antiguo jugador baskonista- Miguel Juane dio a conocer la marcha voluntaria del estadounidense, la noticia pilló de improviso a todo el entorno del Obradoiro. "No se encuentra en condiciones de seguir porque no está en su mejor momento físico ni anímico, así que nos ha comunicado, en un acto entrañable en el que todos teníamos lágrimas en los ojos, que se retira del baloncesto con nuestra camiseta", explicó ayer el dirigente del cuadro gallego.

placa ante el baskonia Jackson jugará mañana frente al Caja Laboral -recibirá una placa de homenaje de manos de su club- y también la próxima jornada frente al Fuenlabrada, pero pondrá punto final a su trayectoria profesional con el inminente parón motivado por la Copa del Rey. Nacido en Filadelfia, aterrizó en la ACB con 24 años para enrolarse en las filas del Cantabria Lobos, donde dio buena muestra de su fortaleza en la zona antes de partir hacia el Efes Pilsen en una aventura que acabó antes de tiempo. Regresó al Lobos un año después de su partida, pero la NBA llamó a su puerta y cruzó el charco para regresar a su país natal. Tras siete años en la competición americana -Warriors, 76ers, Hornets- fichó por el Olympiacos, donde no llegó a cuajar.

Cuando parecía estar viviendo una segunda juventud, Marc Jackson dice adiós y deja huérfano a un equipo que lo necesitaba como el oxígeno. Su técnico, Curro Segura, no salía ayer de su asombro. "Nos hemos quedado todos sorprendidos y bastante afectados", declaró el entrenador andaluz. Así las cosas, parece que Splitter no volverá a intercambiar codazos y peleas en la pintura con su ídolo, como hizo en su momento cuando el futuro pívot jubilado militaba en Olympiacos.