La entrenadora del Kutxabank Araski, Madelén Urieta, analiza con ilusión el comienzo de la que será la octava temporada en la máxima categoría del baloncesto nacional y también hace balance de lo que, a su juicio, ha sido una buena pretemporada pese a las derrotas.
Después de muchos años al frente, ¿su ilusión continúa intacta?
–La verdad es que tampoco puede ser de otra manera. El día que no empiece con esa ilusión, tendré que dejar de ser entrenadora. A día de hoy, estoy muy contenta tanto con el trabajo de la plantilla como con el del nuevo cuerpo técnico, el cual está bastante renovado, y creo que esa sangre fresca nos está ayudando muchísimo. Por lo que estamos todas muy ilusionadas con el comienzo de esta nueva temporada.
“No han sido los resultados esperados en pretemporada; ahora toca crecer como grupo”
¿Cómo es el día a día de Made y su grupo de colaboradores?
–Al final, son muchísimas horas de trabajo cada día y es mucho tiempo de querer compartir ideas y estilos de juego para intentar aunarlos. Por un lado, por ejemplo está Gorka, quien debe tener claro el perfil de equipo que queremos tener, o que Jon sepa cómo nos vamos a organizar. Por otro lado, con Suso es todo más sencillo porque nos conocemos desde hace tiempo y ya hemos compartido equipo antes y nos conoce tanto a mí como a Ioseba. Además, el poder contar con tres entrenadores, que perfectamente podrían ser los primeros entrenadores de una Liga Femenina, hace que todo sea mucho más fácil.
¿Los nuevos fichajes ya conocen el ADN Araski?
–Sí, y es lo primero que intentamos transmitir a las jugadoras: la identidad que queremos tener, la filosofía del club y que vean cuál es el ADN del Araski para que ellas lo intenten plasmar en la pista. Si que es verdad que hemos tratado de fichar esas características.
“Ya no tenemos una estrella como Atkinson, pero sí una líder ejemplar como Gretter”
Un verano más, el equipo se ha tenido que rehacer. ¿Cada año es más complicado?
–Es verdad que por suerte o desgracia, porque también habla bien del club, solemos servir de trampolín para que a las jugadoras luego se les abran otras oportunidades. Eso hace que nos tengamos que reciclar temporada tras temporada. También es bueno para nosotras porque ven al Araski como una oportunidad para poder demostrar que tienen un buen nivel y que trabajamos muy bien con ellas. Por otro lado, eso hace que cada año tengamos que rehacernos y empezar no de 0, pero sí de un porcentaje bastante bajo de construcción de plantilla, pero también nos resulta relativamente fácil ya que las jugadoras se animan a venir aquí.
¿Qué sensaciones le ha dejado la pretemporada?
–Muy positivas, porque creo que el equipo ha ido creciendo en cada entrenamiento y encuentro disputado. Enseguida hemos adquirido una muy buena dinámica y toda la plantilla ha mostrado una gran predisposición. No han sido los resultados esperados, pero creo que eso no es lo importante, ya que ahora lo que toca es crecer como grupo y estar preparadas para ese ansiado inicio de competición.
Ha hablado ya varias veces sobre la calidad y liderazgo de la base argentina Melisa Gretter. Será una pieza muy importante, ¿no?
–Lo primero que quiero destacar es la fortaleza del grupo y del equipo, que creo que es una de las claves de esta temporada, y si eso funciona hará que todo vaya sobre ruedas. Luego, está claro que este año no tenemos una estrella como Tanaya Atkinson que nos meta 20 puntos por partido, pero tenemos otras cosas, como una líder ejemplar, como es Melisa Gretter, que siempre hace buenas a todas sus compañeras. Es una jugadora que posee muchísimo carácter y que imprime mucho ritmo en la pista, ya que tiene esa sangre argentina que tan bien encaja con lo que buscamos en el Araski. En estos meses previos ya tuve conversaciones con ella para ver un poco lo que queríamos y las sensaciones, tanto antes como ahora, no pueden ser mejores.
“Preferimos ir con los pies en el suelo, ambición y exigencia, aunque también con mucha humildad”
Ha aludido a la baja de Atkinson y muchas miradas están puestas en Alarcón. ¿Puede ser su sustituta?
–No tenemos que buscar sustitutas de nadie. Es lo que comentaba antes, no hay otra Atkinson en todo el mundo. Puede haber jugadoras mejores o peores, e incluso parecidas, pero Txell Alarcón no tiene el mismo perfil que Atkinson y no se le puede exigir que lo tenga. Lo que tenemos que conseguir es lograr la mejor versión de Alarcón y ese es el objetivo, el hacerle ser la mejor jugadora que pueda llegar a ser.
Todo parece indicar que la Liga volverá a ser muy competitiva y que cada encuentro será de extrema dificultad. ¿Lo intuye así?
–La liga española está sin duda alguna en el top 3 de las mejores de Europa con lo que eso conlleva a un nivel de competitividad alto, donde todos los equipos pueden luchar. Por ejemplo, la liga francesa es muy buena, pero hay mucha diferencia entre los cuatro primeros equipos y el resto de conjuntos. Aquí ya se demostró, por el contrario, que hay muchos equipos que ganaron a los de arriba, y eso es lo que te complica el día a día. No puedes ir a un encuentro pensando que lo vas a ganar o que lo vas a perder. Al final, la liga está muy igualada. Entonces, eso nos hace tener que ser más exigentes en el trabajo del día a día y ser mucho más disciplinadas. Además, ya hemos vivido otras temporadas que parecía que había el mejor equipo que había hecho el Araski nunca en toda la historia, y luego los resultados no nos acompañaron. Así que nosotras preferimos ir con los pies en el suelo, con ambición y exigencia, pero con mucha humildad.
“Ojalá pudiéramos llevar al equipo a Europa y que viniesen 3.000 personas a vernos”
¿La salvación vuelve a ser el principal objetivo?
–Ahora mismo, el objetivo del club es el entrenamiento de hoy. No nos ponemos metas a largo plazo, somos muy cortoplacistas porque luego en las temporadas pasan muchas cosas, como las lesiones. Es decir, hay elementos que no se pueden controlar y que hacen que las situaciones cambien. Entonces, tenemos que ser trabajadoras, ambiciosas, humildes e intentar llenar Mendizorroza, que ese sí que es el objetivo real del club, más allá de los resultados. Ojalá sea una gran temporada donde regalemos muchas alegrías a nuestra afición.
En cierto modo han ‘malacostumbrado’ a los aficionados con buenos resultados como clasificaciones para la última Copa de la Reina o el ‘play off’ liguero. ¿Se puede soñar con los retos más altos?
–La verdad es que sí, que estamos malacostumbrados porque parece que el Araski tiene que ir sí o sí a una Copa de la Reina o a unos play off. Lo hemos conseguido en otras temporadas, pero no hay que dejar de valorar lo positivo que hemos logrado con menos presupuesto y menos experiencia que otros clubes. Al final, aunque llevemos ya ocho años en la categoría, somos un equipo novato, ya que hay otros clubes que llevan muchísimo tiempo y que no han conseguido ir a cuatro Copas de la Reina como sí lo ha logrado el Araski. Por eso mismo, tenemos que valorar todo lo que hemos hecho y tenemos que apoyar al equipo. Nosotras debemos demostrar básicamente a nuestra afición que nos merecemos su confianza.
¿Qué mensaje quiere lanzar a los seguidores?
–Al final es importante que nuestra gente se sienta identificada con el equipo que está en la pista y que se sientan orgullosos. Creo que la afición de Vitoria es especial, porque no te exige solo el resultado de tener que ganar, sino que exige un espectáculo. Eso creo que sucede también con otros clubes como con el Baskonia o el Alavés. La afición pide que lo demos todo y nosotras tenemos que hacerlo para que se sientan orgullosas de nosotras. Además, se nos tiene que quedar siempre esa sensación de habernos vaciado en la pista y lógicamente intentar lograr un buen resultado, ya que es deporte profesional y es en lo que consiste.
Después de tantas temporadas, ¿cuándo echa la mirada atrás qué se le viene a la mente?
–Que todo esto es increíble. El club está haciendo historia, tan solo tiene 12 años y lo que ha conseguido en ese tiempo es espectacular. Estamos hablando de una gran infraestructura y no solo del primer equipo porque el tener 260 niñas en la cantera, 22 equipos o 40 entrenadores en el día a día es para estar orgullosos tanto a nivel directivo como deportivo. La gestión es buena, humilde y creo que en general somos un equipo de trabajo muy sólido. Hay muchas personas detrás apoyando el proyecto, como los patrocinadores, los medios de comunicación, que cada vez nos dan más repercusión y sois nuestro altavoz, y eso es fundamental para que las cosas funcionen. Lo único que nos queda es seguir y continuar trabajando y ver hasta dónde podemos llegar.
¿Tiene algún sueño que le gustaría cumplir con el Araski?
–Siempre somos ambiciosas y queremos regalar a nuestro público lo mejor. Ojalá pudiéramos llevar al equipo a Europa y ojalá pudiéramos conseguir que en vez de 2.000 personas en la grada, hubiera 3.000. Por eso animo aquí, a quien lea esto, que se acerque a Mendizorroza, porque mis sueños y mis deseos con el club van más allá de lo puramente deportivo. Van a lo social y conseguir que el baloncesto femenino tenga esa repercusión.