Annika Holopainen (Espoo, 1993) fue uno de los fichajes del Kutxabank Araski el pasado verano y, pese a no haber jugado nunca en la Liga Femenina Endesa, no ha tardado en adaptarse a la competición y abanderar el ADN Araski. Con mejores o peores números en cada encuentro, la finlandesa se ha convertido con su compromiso, trabajo y polivalencia en una garantía para Madelén Urieta. Por sus palabras, Holopainen está tan feliz en el Araski como el club lo está con ella.

¿Cómo se está encontrando en este inicio de temporada?

Me estoy sintiendo muy bien. Creo que tenemos un equipo muy equilibrado y competitivo, aunque nos está faltando consistencia. Somos capaces de jugar a altísimo nivel y lo hemos demostrado sacando adelante partidos muy difíciles, pero hemos tenido tramos en los que la intensidad ha caído. Tenemos que aprender de nuestros errores para seguir creciendo y ser capaces de mantener ese nivel durante los 40 minutos.

¿Está disfrutando de su estancia en Vitoria por el momento?

Desde luego, me encanta la ciudad, la cultura vasca y su comida, especialmente el pulpo, aunque no sea vasco, y los pintxos. Además, no había jugado antes en España y me está gustando mucho la liga, es una de las mejores de Europa. Cualquier equipo puede ganar a cualquiera y hay que estar siempre con la misma mentalidad competitiva.

Usted ha jugado en muchos lugares diferentes, ¿no?

Sí, empecé lógicamente jugando en Finlandia, donde también estuve con la selección. Después fueron cinco años de baloncesto universitario en Estados Unidos, luego jugué Eurocup en Alemania, después Polonia, Francia, Islandia, Francia otra vez y ahora en España.

¿Qué estudió durante su etapa en Estados Unidos?

Me gradué en gestión deportiva, es una especialidad de la rama de empresariales. También he estudiado marketing y comunicación, así que me gustaría dedicarme a algo relacionado con ello una vez deje de jugar a baloncesto, pero ahora estoy centrada en las canchas. En cualquier caso, siempre es positivo tener estudios de cara al futuro.

¿Cambia mucho el baloncesto de un país a otro?

Sí, siento que he experimentado muchas maneras de entrenar y jugar diferentes. La francesa, por ejemplo, es una liga muy física en la que a veces puedes jugar bastante sucio, mientras que en el este de Europa se corre bastante más en los entrenamientos, o al menos de una forma diferente. Cada año está siendo distinto y por lo que he vivido hasta ahora yo diría que en España es donde hay más nivel.

¿Quiere seguir viajando o le gustaría encontrar ya estabilidad?

Me gustaría encontrar un lugar en el que quedarme, la verdad. Hasta ahora me gusta todo lo que he visto aquí, así que no me importaría quedarme en el Araski o en España, tanto por la cultura como por la competición. No es mi objetivo visitar países nuevos cada año (risas). Estoy estudiando castellano y practicando cada día, ya que los entrenamientos son en español y no quiero quedarme atrás. Espero poder controlarlo para cuando termine el año.

¿Es el baloncesto un deporte popular en Finlandia?

Menos de lo que me gustaría. El deporte rey allí es el hockey sobre hielo, ya que se nos da muy bien y somos campeones del mundo. Sin embargo, ahora el baloncesto está creciendo, cada vez tiene más repercusión y la gente está empezando a interesarse por él y a practicarlo, así que vamos en la dirección correcta.

¿Está ayudando Lauri Markkanen a que sea más popular?

Totalmente, lo bien que lo está haciendo en la NBA nos está dando mucha visibilidad y también Awak Kuier, que fue drafteada por la WNBA y está consiguiendo que el baloncesto femenino reciba también más atención, que la necesitaba.

En Vitoria también tuvimos a un finlandés ilustre como Hanno Mottola, que pasó por el Baskonia. ¿Lo conoce?

¡Por supuesto que lo conozco! Es una leyenda del baloncesto en nuestro país. No tenía ni idea de que había jugado en Vitoria. Tuvo una larguísima carrera y ha jugado en muchos equipos diferentes, por lo que es imposible quedarse con todos. Ahora está ejerciendo de entrenador.

Ahora que conoce mejor al equipo, ¿hasta dónde cree que puede llegar el Araski esta temporada?

Creo que si tenemos un buen día podemos ganar a cualquiera. Desde luego, uno de los objetivos que más ilusión nos hace es poder clasificarnos para la Copa de la Reina. Me encantaría vivir el ambiente, me han dicho que es muy especial. Después, obviamente, tenemos que pelear por llegar lo más lejos posible e intentar estar en el play off.

¿Qué tal su nariz? Tuvo que jugar algunos partidos con máscara...

Está bien ya. Me la fracturé en pretemporada y tuve que jugar unas cuatro o cinco semanas con ella. Fue muy complicado, a veces cuesta ver la pelota ya que se ve borroso e incluso doble, pero al final te acostumbras. Fue un reto, pero es mejor que no jugar, eso seguro.

¿Hay algún aspecto en el que le gustaría mejorar próximamente?

Yo siempre busco mejorar. Creo que tuve un buen inicio de temporada, pero últimamente he tenido un par de partidos en los que creo que no he jugado a mi máximo nivel. Es normal pasar por malas rachas en una temporada tan larga, pero creo que lo puedo hacer mejor. Tengo que mantener mi confianza y seguir intentando sumar y ayudar.

Por último y ya que estamos en Mendizorroza, ¿qué le está pareciendo la afición del Araski?

Los seguidores de Mendi son maravillosos, nos transmiten muchísima energía y cuando jugamos en casa es como tener un jugador más sobre la cancha. Me sorprendió la conexión que hay entre jugadoras y afición. Nosotras intentamos agradecerles el apoyo y dedicarles tiempo especialmente a los niños y niñas. Sabemos que somos sus referentes y tenemos que dar ejemplo y conseguir que se enganchen, ya que son el futuro de este deporte.