El alcalde de Vitoria-Gasteiz, Gorka Urtaran, ha explicado este jueves en Zaragoza, que "la integración de infraestructuras verdes en la planificación de la ciudad del futuro da respuesta a retos como el cambio climático". En una mesa redonda con los primeros ediles de la capital aragonesa, Jorge Azcón, y Pamplona, Enrique Maya, los tres han compartido las políticas de naturalización urbana y actuaciones en materia de sostenibilidad e infraestructuras verdes que están desarrollando en sus ciudades.

El encuentro se ha producido en el marco del 48 Congreso Nacional de Parques y Jardines Públicos PARJAP que en esta ocasión se centra en los bosques urbanos como tramas verdes en las ciudades sostenibles. En este foro, en el que están participando más de 500 profesionales del ámbito de las sostenibilidad, se está abordando la importancia de la renaturalización urbana en el fomento de la biodiversidad.

En el congreso que se celebra estos días en el Auditorio de Zaragoza se ha destacado el papel referente que a nivel europeo ocupa Vitoria-Gasteiz en esta materia y los reconocimientos recibidos como European Green Capital 2012 (este año se cumple el décimo aniversario) y Global Green City 2019, y por haber sido seleccionada el mes pasado para formar parte de la Misión europea de Ciudades Inteligentes y Climáticamente Neutras paras 2030.

Espacios verdes

Dado que uno de los elementos comunes entre Vitoria-Gasteiz, Pamplona y Zaragoza es el hecho de tener un Anillo Verde o una red de parques y corredores verdes, Gorka Urtaran ha recordado que el Ayuntamiento se planteó a principios de los 90 establecer en torno a la ciudad una red de espacios verdes que pusiesen en valor la periferia urbana, por entonces muy deteriorada.

"Además de la importancia de su papel ecológico, se valoraron las funciones sociales que esas zonas verdes periurbanas podían desempeñar, no solo como lugares de esparcimiento al aire libre, sino también para el desarrollo de actividades de educación y sensibilización ambiental", ha explicado el alcalde. Por tanto, una doble finalidad: ecológica y social, compatibilizando el uso público con la conservación medioambiental.

El Anillo Verde se convirtió, a lo largo de los años, en la antesala de los espacios naturales próximos a la ciudad, favoreciendo el acceso a ellos a pie o en bicicleta. "Todo ello en terrenos, actualmente de titularidad pública, que ocupan 825 hectáreas. La obtención de las fincas supuso, sin duda, la mayor dificultad del proyecto", ha subrayado Urtaran. Una vez conseguido ese objetivo, las actuaciones llevadas a cabo en esos terrenos se han ajustado rigurosamente a la economía de recursos y la integración en el entorno.

Decisión sostenible

Si bien en áreas inmediatas a la ciudad se ha recurrido en ocasiones a tratamientos próximos a los de un parque urbano, el Anillo Verde carece en general de instalaciones como redes de riego y alumbrado público. "Los firmes son casi en su totalidad de tierra y los puntos de información, aparcamientos, fuentes, mobiliario y contenedores de residuos están en las entradas.

Con ello se consigue reducir los costes de inversión y mantenimiento, pero también fomentar en las y los usuarios el respeto al entorno", ha aclarado el regidor gasteiztarra. Un dato de interés es que los costes de mantenimiento del Anillo Verde suponen en la actualidad unos 400.000 euros anuales, es decir, menos de 5 céntimos por metro cuadrado.

Tras más de 25 años de trabajos, los beneficios son de carácter medioambiental, social y económico. La mejora de la calidad ecológica y paisajística de espacios antes degradados ha permitido frenar prácticas irrespetuosas con el medio ambiente. Además, se ha conseguido la conservación efectiva de algunos enclaves de elevado valor ambiental en los que el aumento de la biodiversidad de flora y fauna es notable.

Oportunidad social

Desde el punto de vista social, el desarrollo del Anillo Verde ha contribuido a equilibrar la oferta de zonas verdes entre los barrios de la ciudad. Ello ofrece nuevas oportunidades de ocio para amplios sectores de población, en especial para las personas mayores. La afluencia estimada de público al Anillo Verde en 2021 sobrepasó los dos millones de visitas. "Y lo mejor de todo -ha incidido el alcalde- es que la ciudadanía ha asumido el Anillo Verde como propio y se ha convertido en el principal agente para su protección".

Y en cuanto a los beneficios económicos, el Anillo Verde supone uno de los atractivos turísticos de Vitoria-Gasteiz, contribuyendo poderosamente a reforzar la imagen de una ciudad caracterizada por su respeto al medio ambiente. Además, las zonas residenciales contiguas a los nuevos parques se han revalorizado porque la proximidad de la vivienda al medio natural se percibe como un plus de calidad. También se aprecian los beneficios en las nuevas oportunidades de empleo en los sectores de mantenimiento y conservación de las zonas verdes, así como en la educación ambiental.

En paralelo a los beneficios, también se han analizado las dificultades para el desarrollo de políticas de naturalización. Ha habido que superar reticencias al cambio y a la transformación de los espacios. "Pero entre todas y todos hemos asumido la naturalización como una prioridad que proporciona muchos servicios ecosistémicos esenciales para mejorar la salud y el bienestar de la ciudadanía y crear, en definitiva, una sociedad a escala humana". Ello se traduce a efectos prácticos en una mejora de la calidad del aire, el aumento de los sumideros de carbono, la prevención de inundaciones, el incremento de la biodiversidad, la mejora de la calidad paisajística, la generación de espacios para el ocio, el deporte y el encuentro social, etc.

Naturalización

Todos estos años de trabajo por la naturalización urbana han dado como resultado una amplia dotación de zonas verdes que alcanzan los 14/20 metros cuadrados por habitante dependiendo de barrios y los 40 metros cuadrados por habitante si se incluye el Anillo Verde. "Esas cifras permiten que la ciudad se relacione armoniosamente con la naturaleza y que seamos una ciudad conectada y cercana a su paisaje y su naturaleza", ha señalado el alcalde.

Culminado el Anillo Verde, se prosigue con la estrategia de incorporar más infraestructuras verdes urbanas en toda la ciudad, tanto en los nuevos barrios como en la ciudad consolidada. Para ello se recurre a la plantación de árboles para aumentar la captura de CO2, la creación de estanques de laminación para la prevención de inundaciones, la puesta en marcha de huertos urbanos, la aplicación de jardinería sostenible para aumentar la biodiversidad, la transformación de ejes urbanos para generar conectores verdes (Avenida de Gasteiz y Los Herrán), la naturalización de patios escolares, el reverdecimiento del Casco Medieval, etc. "Con estas actuaciones podemos afirmar con orgullo que cada gasteiztarra tiene acceso a una zona verde dentro de un radio máximo de 250 metros, lo que equivale a 2,5 minutos a pie", ha rubricado el alcalde.