Creatividad al servicio del transporte

La competición en la fase vasca es este año el 5 de marzo, así que han pasado de reunirse sólo los sábados a viernes, sábados y domingos hasta rematar el proyecto, porque "vamos muy justitos de tiempo, estamos a menos de dos meses y tenemos un calendario un poco apretado", reconoce Aitor.

La decimotercera edición de First Lego League (FLL)recupera las cifras de participación pre pandemia, con casi un 30% más de centros educativos inscritos (43) respecto a la pasada edición (33), muy marcada por el covid. Todos ellos participan agrupados en 115 equipos, 59 de los cuales tienen una primera toma de contacto con la ciencia y la tecnología en la categoría infantil Explore, de 6 a 9 años; mientras que 56 equipos, de 10 a 16 años, participan en el torneo clasificatorio de robótica, resolución de problemas y trabajo en valores correspondiente a la categoría Challenge.

Equipos alaveses

Cabe destacar, además, la vuelta al programa educativo de once centros escolares que la pasada edición no pudieron participar por culpa del covid, y la inscripción de ocho colegios que lo hacen por primera vez. De los 43 centros educativos vascos inscritos, siete son de Álava: centro Renzulli-Carmelitas-Sagrado Corazón, colegio Urkide Ikastetxea, Egibide, Eneko Izquierdo-grupo libre, NCLIC, Tecnoclub Elburgo, y Lorditronik. El programa educativo vuelve a Euskadi de la mano de Innobasque, la agencia vasca de la innovación.

A Julen, de 11 años, no hay una parte del trabajo que le guste más o menos, ya que el equipo Lorditronik no parcela el proyecto sino que "hacemos todo en común", subraya. Sí que le apasiona "plasmar las ideas, redactarlas y aplicarlas a un caso real", remarca.

A Eider le va más la parte práctica, "la fase de montar", relata a sus 12 años. Y a Maitane, de 14 años, "cómo se puede aplicar el proyecto a la vida social, cómo se pueden beneficiar las personas de esa idea", cuenta. Y es que, en definitiva, "lo que intentamos es que las ideas, al final, beneficien la vida de las personas; en este caso porque se minimiza el impacto ambiental del transporte y ello redunda en la salud medioambiental y de los ciudadanos. Nos gusta que los proyectos tengan esa derivada", sostiene Aitor.

Este año han contado, además, con la ayuda de Ane Irazustabarrena, directora de Tecnología de la división de Industria y Transporte de Tecnalia, que les ha instruido y acercado a la realidad de los investigadores, al trabajo que realizan en el centro de desarrollo tecnológico y a su prototipo de cargo-bike, diseñado para transportar mercancías por ciudad y solucionar problemas de una forma segura, sostenible y sin emisiones atmosféricas. Un proyecto que surgió desde Europa, en plena pandemia, para mitigar los problemas derivados de las restricciones a la movilidad por el covid en entornos urbanos.

Bicis de carga

Explica Irazustabarrena que, ahí, Tecnalia vio la oportunidad de presentar este concepto de cargo-bike (bici de carga). A los miembros del equipo Lorditronik les desgranó el prototipo diseñado para transportar mercancías por ciudad y así solucionar problemas de tráfico mediante una movilidad activa puesto que el conductor sigue siendo quien, al final, da a los pedales en este prototipo de bicicleta de cuatro ruedas, segura, silenciosa y sin emisiones contaminantes.

"Es un concepto novedoso y un vehículo con tecnología, con sensores capaces de identificar objetos a una distancia de menos de tres metros para prevenir colisiones, y un sistema de frenos ABS", detalla la investigadora. Pero Tecnalia ha ido más allá diseñando un segundo prototipo adaptado a personas con problemas de movilidad, a personas que van en sillas de ruedas, por ejemplo, ya que dispone de un sistema hidráulico para la rampa. "En vez de un cajón cerrado en la parte de la bicicleta, también de cuatro ruedas, estable por tanto, abrimos un poco el cajón para poder transportar a los viajeros de forma segura y cómoda. El concepto es bonito y se desarrolló muy rápido, en apenas seis meses", indica.

La formación resultó interesante para los chavales que rápido asaltaron a Ane con preguntas como "¿cuánta autonomía tiene esta bicicleta de carga?, ¿cuánto vale? o ¿qué resultado da en condiciones climatológicas adversas?". Cuestiones en torno a los beneficios sociales del invento. "Les pareció un ejemplo fácil, visible y aplicable", señala.

Maitane destaca lo interesante de "intercambiar ideas no sólo con personas de tu misma nacionalidad sino de todo el mundo, ya que te da bastante posibilidad de mejora". A Julen le cautivó el hecho de "fusionar dos ideas, dos cosas para crear una nueva y solucionar el doble de problemas".

Es el caso de la cargo-bike inclusiva que, además de reducir el tráfico, sirve para transportar personas con dificultades para moverse. Ahora, a falta de un mes largo para la competición, Julen, Maitane y Eider tratan de solucionar un pequeño contratiempo surgido con la programación del robot, nada que no tenga arreglo con un poco de creatividad al servicio del transporte.

el reto

transporte

El reto que este año plantea la competición gira en torno a la logística del transporte de personas y mercancías. Así, el alumnado debe plantear soluciones innovadoras para dar respuesta a esta problemática de alcance mundial.

"Me gusta fusionar dos cosas para crear una nueva que solucione el doble de problemas"

julen. Equipo Lorditronik

"Les introduje en los dos prototipos de cargo-bike ideados por Tecnalia para transporte por ciudad"

ane Irazustabarrena. Tecnalia

"Lo que más me gusta es la parte práctica del proyecto, la fase de montar"

eider. Equipo Lorditronik

"Es muy interesante intercambiar ideas con personas no sólo de tu misma nacionalidad"

maitane. Equipo Lorditronik

"La idea es maximizar el transporte de mercancías por tren y no por carretera"

aitor. Monitor del equipo Lorditronik