- Las intenciones del gabinete Urtaran para volver a poner en valor el interior de la gasolinera Goya se topan con un muro insalvable como es el hecho de que el inmueble todavía no es de propiedad municipal. La multinacional petroquímica Repsol sigue siendo la titular de la antigua estación de servicio y ambas entidades deben concretar y llevar a buen puerto una permuta de bienes.

Hace cuatro años se acordó un cambio de cromos por el que el codiciado solar de la gasolinera pasaría a ser de titularidad municipal, a cambio de entregar a Repsol una lonja terciaria de 1.267 metros cuadrados en el número 16 de la calle Portal de Elorriaga, en Salburua. La operación reportaba además un leve beneficio económico a las arcas municipales. La gasolinera de la calle Monseñor Cadena y Eleta está valorada en 650.000 euros, mientras que el local del que será dueño Repsol se tasó en 780.000 euros y tendrá que abonarlo la compañía.

Otro de los aspectos contenidos en el acuerdo era la asunción, también por parte de Repsol, de hacer entrega de la parcela con un suelo en óptimas condiciones y libre de una contaminación que genera la presencia de grandes depósitos de combustible en el subsuelo. Esta operación y su verificación por parte de Gobierno Vasco se ha demorado más de lo previsible y, como adelantó en exclusiva DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, en su edición del pasado 22 de septiembre, a finales de julio se elaboró el informe favorable sobre la calidad de suelo “compatible con el uso previsto, uso terciario cultural”, especifica en la resolución el documento de 22 páginas en poder de DNA.

Otro de los aspectos que condiciona cualquier actuación sobre el inmueble es su calificación e inscripción como Bien Cultural por parte del Gobierno Vasco, con la categoría de monumento. Esta categorización añade una traba más a la hora de fijar los trabajos de rehabilitación que, necesariamente, han de llevarse a cabo después de una década sin actividad en su interior. La singular arquitectura de la gasolinera Goya, con aspectos como la rampa que conecta la planta baja con la primera es un elemento que, por esta catalogación, deja poco margen de maniobra ante las tareas de conservación del edificio.