Cáritas reabrió ayer en la calle Dulantzi de Agurain su Espacio con corazón, una tienda de ropa de segunda mano que forma parte del proyecto ”, con establecimientos en Vitoria y Laudio. El establecimiento de Agurain es una tienda de segunda mano llevada totalmente por voluntarios, a diferencia de las de Vitoria que cuenta con personas contratadas. En la villa estará gestionado por un grupo de catorce voluntarias con el que pretenden cumplir tres objetivos: dignificar la entrega de ropa a personas en situación de exclusión, promover el consumo responsable con la venta al público general y ser un espacio de encuentro socio-caritativo para la comunidad.

El local tuvo que cerrar sus puertas con motivo de la pandemia en marzo de 2020, pero desde ayer ha retomado en Agurain. Se puso en marcha en 2013 dentro del proyecto Berjantzi de reutilización de ropa, que ya contaba en ese momento con dos tiendas de venta al público en Vitoria. “En la tienda se puede comprar ropa de segunda mano y complementos, así como dejar ropa usada”, explican desde Cáritas.

El de Agurain es “un punto muy importante de recogida de ropa, porque aparte de los contenedores que tenemos repartidos por toda la provincia, el llevarlo a un punto que lo recogen personas da como más seguridad”. La tienda contribuye a dar respuesta a una sociedad que ha aceptado la propuesta de consumo sostenible, y afianza de esta manera el objetivo principal del programa de inserción por el empleo de Cáritas: la formación y el desarrollo personal y laboral de muchas personas que se esfuerzan por formar parte activa de esta sociedad a través del empleo.

El programa Berjantzi surgió hace más de una veintena de años como una continuación lógica de la recogida de ropa que se realizada en las parroquias. En Agurain el ropero local lleva funcionando 22 años.

Cáritas gestiona a través de este proyecto de tiendas desde donde se venden a precios razonables prendas de segunda mano. Además, toda ropa que llega a estas tiendas pasa un riguroso proceso en su base central de Gamarra: se inspecciona, se lava, se plancha y se etiqueta a través de unos talleres en los que trabajan personas derivadas de los servicios sociales. Las que tienen algún defecto pasan antes por las manos de las costureras.

En la tienda de Agurain puede adquirirse ropa de segunda mano y complementos elaborados en los talleres de Cáritas. También se puede dejar ropa usada, complementos y calzado, entre otros. “Es una apuesta por reciclar; pero sobre todo por reutilizar”, explican.