Ayer dio por terminada en Artziniega una temporada de baño estival un tanto anodina, por la coincidencia de tener que aplicar el protocolo de seguridad contra el covid en plena inauguración del recién reformado recinto acuático y con un año de retraso sobre lo previsto. De hecho, el Ayuntamiento ha impuesto a la empresa adjudicataria de la mejora de las piscinas municipales una penalización por incumplimiento de plazo de ejecución, que se ha elevado a 8.008 euros, a restar a los 378.332 euros en los que, finalmente, se ha liquidado la obra, aunque esta se adjudicó por 364.196 euros.

Todos estos datos los ha ofrecido el alcalde, Joseba Vivanco, al dar cuenta de la cuarta y última certificación de este proyecto que -pagado con ayuda del Plan Foral de Obras y Servicios- ha consistido en instalar un sistema de cloración salina, que evita los productos químicos y es más respetuosa con el medio ambiente; así como mejoras en el sistema de filtrado, la renovación completa de las playas que rodean las dos piscinas y la reducción de la profundidad del vaso para que no sobrepase los 1,70 metros en ningún lugar. Y es que en el recinto no se habían realizado intervenciones de importancia hasta ahora y desde su construcción en 1992.

En estos momentos, una vez finalizada la temporada de baño iniciada el 25 de junio, "haremos balance tanto del funcionamiento del servicio como de las nuevas instalaciones, de cara a subsanar y mejorar todas aquellas incidencias detectadas este verano", ha matizado el regidor de EH Bildu. No en vano, al malestar ocasionado por el retraso que acumuló la obra de reforma de este complejo, su certificación y apertura, se le sumaron críticas por "deficiente coordinación de actividades y cursos de natación, tanto en organización como en información", según manifestó el PNV; además de críticas vecinales por solo reservarse para cada jornada un máximo de 30 entradas sueltas, y dando prioridad de acceso a las personas que optaron por adquirir el abono de temporada, ya que el aforo por la pandemia era de un máximo de 353 personas.

Asimismo, el Ayuntamiento se vio obligado, a finales de julio, a cerrar de forma temporal la piscina infantil, después de que un control de calidad del agua detectase un valor incorrecto en un tipo de bacteria (pseudomona aeruginosa). Con todo, se aplicaron de inmediato las oportunas medidas correctoras y, una vez que las analíticas de agua concluyeron que los parámetros eran correctos, la infraestructura acuática estival retomó su actividad en pocos días.

Por otro lado, Vivanco ha dado cuenta del estado de avance de otros proyectos en el municipio, como el abordado este verano en el colegio público Arteko Gure Ama, "gracias a la línea de ayudas Udalaguntza que promueve Educación, y donde el costo de las mismas se abona entre el citado Departamento del Gobierno vasco y el Ayuntamiento", matiza. En concreto, se ha procedido al cambio y renovación completa de la instalación de alumbrado interior del centro, que a partir de ahora será de ahorro energético. El coste se ha elevado a 21.800 euros y, con esta actuación, "todo el alumbrado eléctrico del municipio tiene iluminación de ahorro energético", subraya el alcalde que, no obstante, matiza que "las próximas actuaciones en esta materia serán renovar los focos del frontón municipal y el campo de fútbol". También en Arteko Gure Ama y por un desembolso de 21.200 euros, se ha reparado la cubierta del edificio de la Haurreskola, para evitar las filtraciones de agua y humedades que sufría.

Por otra parte, se ha adjudicado el contrato de redacción y dirección del proyecto de reforma de la Kultur Etxea. Una vez adjudicado, el arquitecto redactor tiene un plazo de ocho semanas para presentar su proyecto. En esta fase se tratará de incluir las prioridades detectadas por el Ayuntamiento y también las aportaciones vecinales. "La previsión es que el año que viene se adjudiquen las obras". De igual forma, se ha aprobado el expediente de contratación de la Redacción del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (el PGOU actual data de 2011), con un coste de 243.000 euros, que sufraga íntegramente la Diputación alavesa. "Este será un documento clave para el futuro de la villa durante muchos años, aunque conviene decir que su finalización ocupará varias legislaturas", matizó el regidor. Asimismo, se ha aprobado inicialmente una Ordenanza municipal de vertidos no domésticos a la red municipal de alcantarillado; así como la adjudicación del contrato de redacción y dirección de las obras de reforma que se acometerán en el hotel-torre durante este y el próximo año.