Tener una nueva ventana al mundo facilita muchos aspectos del día a día, al mismo tiempo que también es capaz de complicar. Según el sociólogo Auxkin Galarraga, las relaciones de pareja cada vez duran menos y en las que duran, en algunas de ellas, se sufren infidelidades y deslealtades. ¿El problema? La necesidad de individualización del ser humano.

En sus palabras, "el hecho de dar importancia a los proyectos individuales puede ser liberador; todos buscamos nuestros momentos, nuestro espacio, esa felicidad a través de diferentes mecanismos, pero esto, en muchas ocasiones, es incompatible con una vida en pareja y, por eso, muchas parejas rompen". Añade: "Sin embargo, el hecho de acabar rompiendo las parejas, una tras otra, no solo trae ese sentimiento liberador. También acarrea otros problemas asociados a la soledad, un sentimiento de vacío porque las relaciones no duran y esto hace que se nos genere una sensación de fracaso".

En este aspecto añade que la pandemia ha puesto en el punto de mira las relaciones. "Son muchas las parejas que parecían indestructibles y, sin embargo, han tenido que romper debido al estrés de la pandemia y del confinamiento", dice. "Y muchas las personas que no han roto pero han buscado consuelo en una relación ajena al matrimonio".

En conclusión de este sociólogo, para romper con la conflictividad que estas herramientas pueden generar y el estrés provocado por la situación actual, es importante "renunciar sobre la individualidad de cada uno", es decir, no reforzar la individualidad y buscar el bienestar como pareja y familia. "Es pronto para saber con exactitud los cambios certeros que ha traído la pandemia. Lo que sí creo es que la nueva tendencia y el paso al frente que hemos dado, será difícil retrocederlo. El covid-19 ha marcado una nueva tendencia en la forma de relacionarnos, no solo para ligar, también en el conjunto de la sociedad, y será difícil lograr el retroceso". De hecho, queda por ver la reacción de la sociedad una vez logrado entrar en la fase postpandemia: "Hay mucho deseo de desenfreno social y sexual. Queda por ver qué ocurre, si la situación económica y la pandemia complicarán más las relaciones o no", concluye.