Una noche tranquila y sin incidentes destacables en una jornada en la que, en situaciones de no pandemia, hubieran comenzado las fiestas de La Blanca. Según la información facilitada a este periódico por el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco y el Consistorio gasteiztarra, la noche de ayer se desenvolvió con total normalidad, y los ciudadanos respetaron las restricciones marcadas por la pandemia así como la hostelería con medidas como el cierre y el aforo todavía vigentes en Araba y el resto de Euskadi.

En este sentido, las mismas fuentes han destacado que las zonas donde habitualmente los jóvenes se concentran para hacer botellones fueron controladas y vigiladas por la Policía. Según destacan, en este aspecto también, la noche se desarrolló "con total normalidad" sin actuaciones policiales destacables.

Una valoración positiva que podría reflejar que el mensaje de no fiestas ha calado entre los ciudadanos, o la necesidad, al menos, de seguir respetando, también en estas fechas, las medidas y restricciones marcadas contra el covid-19.

Hosteleros, según los barrios

Desde la Asociación de Hosteleros de Álava también destacan en este periódico la "tranquilidad" de la noche, incluso, tildan esa tranquilidad casi como excesiva, o "triste". Así, y según José, uno de los portavoces de esta asociación, la tranquilidad fue durante la jornada de ayer la gran protagonista.

En su establecimiento ubicado en Judizmendi, "apenas se notó que eran fiestas", destaca. "El día de ayer se desenvolvió con normalidad por los locales de Judizmendi, en mi local, al menos, hubo poca gente, pero tampoco me esperaba mucha más", valora.

En su opinión esta falta de clientela en la hostelería no solo responde a ser prudentes y respetar las medidas impuestas para evitar la propagación del coronavirus, también a la falta de ilusión o alegría. "Los locales aquí no vivimos un día festivo. En mi caso cerré mi negocio a las doce de la noche, pero como si hubiera cerrado antes; apenas di cenas, hubo muy poca gente", opina.

"Poco ambiente"

Su opinión va de la mano con la de Edurne, otro miembro de la asociación que tiene un local en la Plaza de Abastos. Según detalla, en su local, ella también ofrece comidas y cenas a los comensales, normalmente trabaja con reserva previa, aunque en caso de tener mesas disponibles, recibe sin cita previa.

Durante la jornada de ayer, los comensales sí acudieron en familia o en grupos reducidos de amigos a su local para festejar en buen ambiente y reunidos el 4 de agosto aunque en una manera "muy apagada", dice.

"Normalmente, aún estando en la Plaza de Abastos, es un día en el que este lugar se llena de mucha diversión, buen ambiente, la gente suele venir muy feliz... Pero este año no ha sido así al igual que no lo fue el pasado año. Viene mucha menos gente, el entorno está enrarecido, el ambiente no es festivo, no se oyen risas ni diversión... Supongo que este año la gente se habrá concentrado más por los alrededores de la Virgen Blanca, pero los clientes que han optado por esta zona no estaban en ningún ambiente de fiesta. Ha sido una jornada rara, apagada, muy triste", dice.

Aún así, y en su caso, sirvió cenas hasta completar el aforo en su local y este hueves también ha conseguido cerrar la agenda con un completo total. No obstante, recuerda que esto tampoco significa "mucho ambiente" ya que el aforo "está reducido al 35% por lo que llenar un local ahora o el comedor, nada tiene que ver con cómo lo hacíamos en 2019", concluye.