Las Juntas Generales de Álava abordaron ayer en comisión un intenso debate sobre la necesidad de mantener abierto el colegio Zabaleko de Amurrio. En él, no se logró la unanimidad buscada por el grupo proponente (PP) para instar a la Diputación que exigiera al Gobierno Vasco un compromiso de continuidad de este centro público más allá del curso 2021-22. Se trata de un demanda que vienen exigiendo desde el pasado mayo la plataforma vecinal Zabaleko Bizirik y la propia comunidad educativa del centro amurrioarra.

La que sí salió adelante, con la abstención de EH Bildu y Elkarrekin Araba, fue otra enmienda de sustitución presentada por PNV y PSE, por la que se instará a la Diputación alavesa a colaborar con el Departamento vasco de Educación “para seguir ofreciendo en Amurrio una oferta de enseñanza pública adecuada a las necesidades de la zona, de calidad y con continuidad en el futuro”, así como a trabajar con el mismo “para seguir impulsando la oferta educativa pública en la zona rural alavesa”.

Antes, los grupos que optaron por la abstención también expusieron sus propias enmiendas a la moción popular, aunque la que se votó finalmente fue una propuesta transada entre las tres formaciones, que no contó con el respaldo de jeltzales y socialistas necesario para su aprobación. Ésta constaba de cinco puntos que insistían en la necesidad de “exigir” a Educación un compromiso de continuidad del Zabaleko, “atendiendo a criterios de eficiencia social y no económicos ni de ratios, asegurando así el derecho a una educación pública, gratuita, inclusiva, de calidad, igualitaria, euskaldun y laica en ese centro escolar próximo a sus domicilios”.

Asimismo, se instaba a Gobierno vasco a ponerse en contacto con la plataforma Zabaleko Bizirik y con la comunidad educativa de Zabaleko “para darles las explicaciones necesarias respecto al futuro de sus hijos e hijas y, también, del colegio”; así como apoyar a la red de Eskola Txikiak a la que pertenece Zabaleko y a apostar por una educación pública de calidad, entre otras demandas.

Las movilizaciones en este centro dieron comienzo el 25 de mayo, cuando se conoció la intención del Departamento vasco de Educación de fusionar los colegios de Mendiko y Zabaleko, provocando el cierre de este último. La consejería reaccionó después y comunicó al Ayuntamiento su decisión de no fusionar ambos centros y seguir apostando “por proyectos ilusionantes que recojan las necesidades y demandas de toda la comunidad educativa de Amurrio”, aunque la comunidad educativa del barrio San José de Amurrio no se quedó tranquila con la noticia.