El crecimiento exponencial en las capacidades de la inteligencia artificial se manifiesta, ya a día de hoy, en múltiples aplicaciones prácticas que abarcan todo tipo de campos, desde el cálculo de rutas en un GPS hasta la creación de perfiles de consumidores, y los algoritmos cada vez afinan más a la hora de conducir un coche o emitir un diagnóstico médico certero.

Toda esa tecnología se va a emplear en Álava para mejorar en la detección el fraude fiscal. En 2019 el Departamento de Hacienda de la Diputación licitó la adquisición de un software que estudia patrones de comportamiento de las figuras impositivas y el fraude fiscal, lo que ahorrará un importante trabajo a los inspectores en un territorio en el que el año pasado hicieron la declaración de la renta 184.000 personas.

La aplicación no pudo ser puesta en marcha en 2020 debido a que la pandemia impuso otras prioridades, pero a partir de 2021 los inspectores de Hacienda contarán con un refuerzo digital de suma importancia a la hora de detectar el fraude fiscal.

Trés técnicas

Estas herramientas digitales aprovechan la gran cantidad de datos que hoy en día se pueden procesar con el fin de desarrollar un sistema de detección del fraude fiscal más automatizado y eficiente. Lo hacen mediante tres técnicas diferentes pero complementarias.

Por un lado, se realiza un análisis descriptivo de datos. Así, el software detecta comportamientos de los contribuyentes que se desvíen de lo que se entiende como normal. Al no trabajar necesariamente con contribuyentes que hayan incurrido en fraudes de forma previa, esta herramienta permite que afloren nuevos patrones de fraude desconocidos hasta ahora para las autoridades fiscales o especialmente complejos. Esto permitirá, a medio plazo, un importante incremento en los ratios de fraude detectado.

Por otro lado están las conocidas como técnicas de aprendizaje supervisadas, cuya misión es aprender de los datos históricos de comprobaciones con que cuenta el Departamento de Hacienda Foral, con el fin de adquirir patrones que permitan diferenciar el comportamiento normal y el comportamiento fraudulento.

Una tercera vía de detección del fraude fiscal es el análisis de redes de relaciones, que permite incluir una fuente extra de información; las relaciones entre los distintos intervinientes en el sistema tributario, ya sean entidades o personas. De esta forma se pueden descubrir patrones particulares que pongan a la Hacienda sobre la pista de un posible fraude.

Con estas herramientas, la Diputación obtiene una visión integral del fraude a lo largo de toda la organización, integrando y depurando todas las fuentes de datos necesarias para poder detectarlo y prevenirlo. Además, los modelos de detección se pueden adaptar a estrategias concretas de lucha contra el fraude que decida adoptar Hacienda, por lo que los inspectores pueden centrarse en los casos de más riesgo, de mayor potencial de recaudación o de mayor probabilidad de cobro.

El software aumenta, por otro lado, la eficiencia en los procesos de investigación, pues reduce los falsos positivos, aquellas inspecciones que finalmente no detectan fraude alguno, permite que los inspectores humanos se vuelquen en los casos con más propensión al fraude, y establece un marco integrado de trabajo que permite el seguimiento continuado de los resultados de las estrategias definidas.

Desde la Diputación alavesa se prefirió aguardar a realizar una valoración a este periódico sobre el potencial de esta herramienta o concretar el alcance de sus ventajas, a la espera de que entre en funcionamiento.

Digitalización

La aplicación de las nuevas tecnologías en la relación entre Hacienda y los contribuyentes va a más cada año, y así en el ecuador de la campaña de la renta de 2020, a principios de este mes, se registraron 35.000 nuevas solicitudes de las claves BAK, que permiten acceder a la sede electrónica de Hacienda alavesa.

Además del aumento de la demanda de la tramitación online, de las 29.000 solicitudes de cita presencial en las oficinas de Hacienda de Vitoria, Laguardia y Llodio, un 68% se realizaron a través de internet, mientras que ya solo un 32% se canalizaron por vía telefónica.

A través de RentaFácil se aceptaron 88.700 declaraciones, el 67% del total de confeccionadas, y un 9,7% de los contribuyentes pidió que se le enviara a su domicilio. En RentaRed, que exige identificación mediante certificado electrónico, se recibieron 8.510 declaraciones, y por último las gestorías y bancos remitieron 13.474.

En todo caso, desde la oposición en las Juntas Generales, que conforman EH Bildu, Elkarrekin Araba y PP, se ha advertido de que el impulso a la digitalización esta suponiendo un problema para muchas personas, principalmente mayores, que no dominan las nuevas tecnologías.

Software

Herramientas digitales. El Departamento de Hacienda de la Diputación contará a partir de este año con un software que estudia patrones de comportamiento de las figuras impositivas y el fraude fiscal. Estas herramientas digitales aprovechan la gran cantidad de datos que hoy en día se pueden procesar con el fin de desarrollar un sistema de detección del fraude fiscal más automatizado y eficiente.

Mayor eficiencia. El software reduce los falsos positivos, aquellas inspecciones que finalmente no detectan fraude alguno, y por tanto permite que los inspectores se vuelquen en los casos con más propensión al fraude.

Modelos adaptables. Los modelos de detección se pueden adaptar a estrategias concretas de lucha contra el fraude que decida adoptar Hacienda, por lo que los inspectores pueden centrarse en los casos de más riesgo, de mayor potencial de recaudación o de mayor probabilidad de cobro.

Redes de relaciones. El software permite incluir las relaciones entre los distintos intervinientes en el sistema tributario, ya sean entidades o personas. De esta forma se pueden descubrir patrones particulares que pongan a la Hacienda sobre la pista de un posible fraude.

5%

El Departamento Hacienda, Finanzas y Presupuestos de la Diputación alavesa detecta en cada ejercicio un porcentaje de fraude fiscal que ronda aproximadamente el 5% del dinero que debería recaudar de los contribuyentes.

Álava