Las personas con discapacidad se han enfrentado históricamente, y lo siguen haciendo, a múltiples prejuicios, como esa falsa y generalizada creencia de que son personas asexuadas.

Una tendencia a la infantilización que ejerce como barrera para los deseos que todas ellas sienten, que las invisibiliza, y que se convierte en una doble discriminación si, además, pertenecen al colectivo LGTBIQ+. "Si estos mitos son ya generales para todo el colectivo, cuando se juntan con una sexualidad que no es normativa el tabú y el desconocimiento son todavía mayores. Como algo mucho más incompresible".

Así se expresa Igor Nabarro, sexólogo, trabajador social y presidente de la asociación Eginarez Eginez, que de un tiempo a esta parte ha decidido hincarle el diente a esta realidad oculta no solo de puertas afuera, en los ámbitos social o laboral, sino también adentro, a nivel familiar o en los propios colectivos LGTBIQ+ y de apoyo a las personas con discapacidad.

"Es un tema que no se trabaja, al que no se da prioridad. No porque las personas en situación de discapacidad lo piensen así, sino porque en muchos casos han aprendido que de eso no se habla. Es como que tenemos cosas más importantes sobre las que pensar y a las que dedicarnos, como nuestros derechos civiles, al trabajo o a la accesibilidad, cuando la sexualidad tiene la misma importancia que para el resto. Todo lo relacionado con nuestras relaciones o emociones no se toca", contextualiza Nabarro.

Del otro lado, el presidente de Eginez alude a ese carácter "clasista" y "capacitista" de ciertos grupos LGTBIQ+ que "excluye" e incluso "desprecia" a las personas con diversidad funcional.

Campaña específica

Con motivo del día del Orgullo que hoy se celebra, Eginez ha impulsado una campaña para reivindicar un 28-J "inclusivo", en el que las personas LGTBIQ+ con discapacidad, "seres sexuados, diversos y orgullosos", también sean visibles. Para recordar que son objeto de múltiples discriminaciones que interseccionan entre sí y que "no hay razón para sentir orgullo si en el Orgullo no cabe toda la diversidad", tal y como refleja uno de los dos carteles que ha elaborado.

Eginez tomará parte en la movilización de esta tarde en Vitoria y en ella estará también Víctor Carmona, integrante de la asociación y abiertamente homosexual, que a lo largo de su vida ha sufrido diferentes formas de discriminación y exclusión tanto por su condición de persona con discapacidad como LGTBIQ+.

"La discapacidad es un gran hándicap. Y en el mundo homosexual más todavía. Hay muchos estereotipos, pero a la vez mucha diversidad y muchas necesidades que atender", apunta Carmona, nacido en Madrid aunque con raíces en Badajoz, donde se trasladó a vivir con su familia cuando tenía 20 años.

Allí se encontró con un espacio y un entorno "muy cerrados", donde tuvo que volver al armariodebido a su discapacidad.

"Una caja explosiva"

"No tenía ningún tipo de aceptación. Me prejuzgaban, y como encima tenía una discapacidad, ya era el pobrecito. Si juntas las dos cosas, es como una caja explosiva", resume Carmona, que hace ya más de 13 años se trasladó a Agurain con quien entonces era su pareja.

De ocultación y discriminación sabe también Lidia, nombre ficticio para una mujer residente en Vitoria, con discapacidad, migrante y bisexual, que también se ha animado a compartir su testimonio. A sus más de 50 años, nadie de su entorno cercano sabe de su orientación sexual. Incluso a ella misma le cuesta asumirlo.

"Hay un conflicto dentro de mí. No es solo mi orientación, sino mi estado físico y emocional. No es fácil", reconoce esta mujer, que vive además en un entorno familiar "muy conservador", pero que al fin y al cabo constituye su red de apoyo más importante en la ciudad.

"Te infantilizan"

Una realidad a la que se unen las discriminaciones ligadas a su diversidad funcional. "Cuando te ven en silla de ruedas, te creen no tanto invisible, sino como si fueras una niña. Te infantilizan, como si no tuvieras sexualidad", apunta de nuevo.

"Cuando cuentas que tienes una discapacidad, ya hay una barrera. Y el rechazo te lleva a encerrarte en tu casa y aislarte", apostilla, mientras tanto, Carmona, quien al menos celebra haber tenido una educación sexual durante su infancia y adolescencia al haber desarrollado su discapacidad más tarde. Una carencia compartida por la mayoría de personas con diversidad funcional y que explica muchos de los vacíos existentes.

"Creo que no se ha avanzado nada. Yo no soy asexual, sino una persona que tiene una discapacidad funcional. Y ya está. Parece que solo te tienes que preocupar de lo que tienes, de recuperarte, cuando yo no tengo ninguna enfermedad", resume Carmona.

Manifestación y otros actos. Como todos los años, la manifestación convocada por la Coordinadora del 28-J será hoy el acto principal del Día del Orgullo en Gasteiz, que este 2021 estará marcado especialmente por las últimas agresiones e incidencias LGTBI-fóbicas que se han sucedido en fechas recientes, además en entornos muy cercanos, o por la atascada tramitación de la ley trans en el Congreso por las discrepancias entre los dos socios del Gobierno central. La marcha partirá a las 19.00 horas desde la plaza de la Virgen Blanca. Al margen de los habituales pronunciamientos institucionales, colectivos como Sidálava también visibilizarán y apoyarán las demandas del colectivo LGTBIQ+ mediante una acción a las puertas de su sede, en la calle Nueva Fuera, donde se instalarán los bancos del Orgullo y se pintarán los bordillos de la acera con los colores de las banderas gay y trans. "Los derechos humanos no se negocian, se legislan", recuerda Sidálava.

Doble discriminación. Las personas con discapacidad se han enfrentado históricamente -y lo siguen haciendo- a múltiples prejuicios, como esa falsa y generalizada creencia de que son personas asexuadas. Una tendencia a la infantilización que ejerce como barrera para los deseos que todas ellas sienten, que las invisibiliza, y que se convierte en una doble discriminación si, además, pertenecen al colectivo LGTBIQ+.

Visibilidad. Con motivo del día del día del Orgullo que hoy se celebra, Eginaren Eginez ha impulsado una campaña para reivindicar un 28-J "inclusivo", en el que las personas LGTBIQ+ del colectivo, "seres sexuados, diversos y orgullosos", también sean visibles, para recordar que son objeto de múltiples discriminaciones que interseccionan entre sí.

Vecino de Gasteiz con discapacidad y abiertamente homosexual.